La industria de transformación del pescado en Nacimiento, esplendor y fuga de las antiguas salazones Vilanova
El profesor José María Leal relata la historia de estas factorías y cómo la familia de Valle-Inclán vendió gran parte de sus foros a los nuevos señores del municipio, los fomentadores catalanes. En nuestro caso, el tema nos resulta próximo, pues tiene que ver con los origenes familiares de algunos de los autores de esta página
POSICION EN EL MAPA
M. Alfonso. La Voz de Galicia. La historia de las industrias de transformación del pescado en Vilanova centró la ponencia que José María Leal presentó en el último congreso de profesores de geografía e historia. Su conferencia relata la llegada de los fomentadores catalanes y cómo se van convirtiendo en los nuevos señores del municipio. También cómo la familia de Valle-Inclán acaba vendiendo sus fueros a uno de ellos para salvar una mala racha económica.
Leal recuerda que los primeros fomentadores, nombre con el que se conoce a los comerciantes de origen catalán, llegaron a Vilanova en el siglo XVIII. Entonces, la agricultura y la pesca eran la principal fuente de ingresos, a pesar de que estaban gravadas con los tradicionales fueros que ejercían un peso excesivo sobre las ya pobres economías de los vecinos.
Estos comerciantes catalanes fueron los creadores de las primeras salazones. Fidel Curt, Manuel Goday, Gerardo y Felipe Font y Francisco Llauger eran los nombres de los primeros empresarios del municipio. Todas sus factorías se instalaban en solares aforados a la nobleza y al clero y se ubicaban en primera línea de playa, en ensenadas muy abrigadas y de fácil acceso para las embarcaciones. Según Leal, para hacerse con estas propiedades, los catalanes recurrieron a diferentes modalidades de contrato: alquilaban, lograban una cesión o conseguían que se les otorgara un foro.
Una ilustre venta
Pero estos fomentadores no se dedicaban sólo a la industria de la salazón. Leal afirmó en su conferencia que los catalanes reprodujeron los esquemas de comportamiento social propios de la nobleza gallega y llegaron a comprar tierras y rendas forales a la clase privilegiada del antiguo régimen. La más ilustre de estas ventas fue la que realizaron Josefa Montenegro y Sacro y Dolores Peña Montenegro a Manuel Llauger Peña. Eran la abuela y la madre del que más tarde sería el ilustre escritor Valle-Inclán, que se deshacían así de algunas de sus propiedades. «A fidalguía vilanovesa dos Valle non parecía atravesar bos intres polo que comeza un proceso constante de vendas de propiedades e foros, converténdose na principal surtidora de rendas forais a un burgués», explica el profesor vilanovés.
A finales del siglo XIX llegan las conserveras, destinadas a sustituir a la industria de la salazón. Pero en Vilanova estas nuevas industrias no fueron muy bien acogidas. Leal relata que cuando dos empresarios piden permiso para instalar sus fábricas en el medio del pueblo, los fomentadores dirigen repetidos escritos al Ministerio de Fomento que impedirán su ubicación.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, llega una de las épocas doradas de la industria conservera gallega, pues las tropas en contienda precisan un menú frío y serán abastecidas con productos gallegos. Y, mientras la salazón empieza a decaer en toda España, en Vilanova se registra una etapa de esplendor «que todavía recordan os vellos do lugar», sostiene Leal. Etapa que continuará con la Guerra Civil cuando, debido a las buenas capturas, se multiplica el número de fábricas. En Vilanova llegan a existir unas veinte, situadas todas en la línea de costa entre Carteleira, O Cabo y el barrio de O Castro.
Pero a partir de 1959 la liberalización de la economía española provocó que estas empresas fueran cerrando sus puertas de forma paulatina. Las viejas fábricas son abandonadas y se convertirán en lugares «moi apetecibles para o mercado inmobiliario, facendo que sobre elas se centre a labor especulativa de vivenda de alto standing e segunda residencia», concluye Leal al tiempo que propone como alternativa a esa política especulativa el resurgimiento de ese patrimonio industrial mediante la recuperación de estos emblemáticos inmuebles para dedicarlos al turismo de calidad.
Muy interesante la historia de los pesqueros de Vigo, pero, ¿Como podian estos pesqueros hacer mareas de dias y semanas sin hielo?
ResponderEliminarEl sector pesquero de Vigo tuvo su auge gracias a las grandes fábricas de hielo, especialmente la del muelle que abasteció al 90% de los barcos, a mas del 70% de la rula y al 100% de los vagones frigoríficos. Sin esta aportación Vigo hubiera vivido solo del salazón y el pescado fresco de mar hubiera sido desconocido por Castilla y Madrid) el mayor puerto pesquero de España) ah.....! tambien hubo familas de origen catalán de tercera generación en ello, sobre todo la que aún conserva una calle con su nombre.
Me apellido Llauger, vivo en Vigo y estoy aprendiendo mucho de mis antepasados.Gracias.
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