En todo caso, bienvenida sea la iniciativa y que cunda el ejemplo
Los hermanos Campelo se adelantan al Ayuntamiento y abren en diciembre un centro sobre música y motor
Los hermanos Fernando y Alfredo Campelo, constructores, anuncian la inauguración, en diciembre, del que será el primer museo de Avilés: el Museo Alfercam. La instalación cultural estará en la calle Juan Uría Ríu, en El Quirinal, y albergará dos colecciones: una de instrumentos musicales étnicos y otra de coches y motos antiguos. Se trata de un espacio expositivo de 1.000 metros cuadrados que incluye área de tienda y sala de conferencias.
E. CAMPO
Avilés tendrá, por fin, museo. Será en diciembre, de la mano de la iniciativa privada, que le ha tomado la delantera al Ayuntamiento: los empresarios Fernando y Alfredo Campelo ultiman la apertura de la sala de 1.000 metros cuadrados en la que se exhibirán sus respectivas colecciones. El Museo Alfercam (abreviaturas de Alfredo, Fernando y Campelo) tendrá dos áreas claramente diferenciadas, una para cada colección: la de Alfredo es de instrumentos musicales étnicos, y la de Fernando de motos y coches antiguos. Además también tendrán algunas piezas cedidas por amigos. El equipamiento cultural ya está tomando forma en los bajos propiedad de Campelo de la calle Juan Uría Ríu, al lado de la calle Quirinal. La fachada se diferencia por un tratamiento de ladrillo y estará señalada con banderas y murales de toros.
Ambos llevan casi tres años trabajando en el proyecto, con el que cumplen «el sueño de todo coleccionista». Lo dice su hermano Fernando, aunque aseguran de sí mismos que «hay que estar locos para hacer algo así». Sostienen, además, que con esta instalación dan un servicio a Avilés. La apertura será sólo durante los fines de semana: viernes, sábado y domingo.
Alfredo Campelo inició su exposición de instrumentos gracias a su padre. Él fue quien le regaló, siendo niño, una armónica que aprendió a tocar. Poco a poco fue sumando piezas, primero despacito, luego con mayor celeridad. Ahora expondrá unos 350 instrumentos de todo el mundo. La historia de Fernando Campelo está relacionada con su pasión por la mecánica: comenzó por arreglar motos y acabó haciéndose con joyas sobre ruedas.
El interior del museo ya va tomando forma, con las paredes pintadas de negro y los itinerarios marcados mediante la disposición de paneles y materiales. A la entrada tendrá una zona de recepción y tienda. A continuación, un salón de actos con pantalla que permitirá la celebración de conciertos y otro tipo de actividades culturales paralelas. En la recepción, el visitante recibirá unos auriculares con los que escuchará distintos sonidos dependiendo del punto del recorrido.
El espacio dedicado a los instrumentos musicales se dividirá en secciones geográficas. En cuanto al ámbito de motor, cada vehículo estará ambientado con material gráfico y paneles.
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