domingo, marzo 18, 2007

Madrid: Viviendas obreras de Unión Eléctrica Madrileña

LA ELITE DE LA CLASE TRABAJADORA. LAS CONDICIONES LABORALES DE LOS TRABAJADORES DE LAS ELÉCTRICAS MADRILEÑAS EN EL PERÍODO DE ENTREGUERRAS

Fuente: SCRIPTA NOVA, Anna M. Aubanell
Menú principal
Índice de Scripta Nova

Los trabajadores de las dos mayores empresas eléctricas madrileñas, Hidrola y Unión Eléctrica Madrileña, contaron durante el periodo de entreguerras con unas condiciones laborales privilegiadas en relación al resto de la clase trabajadora de Madrid. El salario que percibían era superior a la media y además disfrutaban de: un mínimo de diez días de vacaciones pagadas, una paga de Navidad, el descuento en las tarifas eléctricas, participación en los beneficios, el acceso al economato de forma gratuita, las escuelas y bibliotecas, la asistencia médica, farmacéutica y hospitalaria, el cobro del salario cuando el trabajador enfermaba y un sistema de pensiones bastante generoso.

(...............)

La especificidad de la industria eléctrica

Las características técnicas específicas del proceso de producción-distribución de electricidad determinaban que la proporción de mano de obra especializada en esta industria fuera superior a la de otras actividades productivas1. Por otra parte, al ser una industria de nueva tecnología y al experimentar un crecimiento continuo, existía un desequilibrio entre la oferta y demanda de trabajadores cualificados en el mercado. Frente a esta situación, las eléctricas se surtieron de mano de obra no cualificada que adquiriría la formación en la empresa. La sustitución de trabajo en la industria eléctrica, contrario a lo que postulan las teorías neoclásicas, era costosa. La insuficiente mano de obra cualificada en el mercado y las crecientes cantidades que de ella se precisaban, debido a la expansión de la industria, fueron resueltas mediante la creación de mercados internos de trabajo. En esta situación, el coste derivado de la formación del personal indujo a los directivos a plantear estrategias que redujeran al máximo la movilidad de los trabajadores, lo que permitía a la empresa retener la inversión en formación y la experiencia laboral acumulada.
La especificidad tecnológica de la empresa eléctrica hace necesario establecer estrategias para evitar huelgas. Además de las normales consecuencias económicas que las huelgas provocan en toda industria, en la eléctrica se agravan debido a las características técnicas de su producto que impiden su almacenaje. La casi simultaneidad de la producción y el consumo supone que una interrupción en la producción y/o distribución afecte inmediatamente al consumo; no hay stocks que puedan amortiguar la falta de producción. Las pérdidas que ello supone para la empresa son considerables, porque a la disminución de ingresos debida la imposibilidad de realizar las ventas hay que añadir las indemnizaciones a los abonados por la interrupción en el suministro de electricidad.


La limitada disponibilidad de mano de obra cualificada y los elevados costes de una huelga incrementaban la capacidad de negociación de los trabajadores de las empresas eléctricas.
La existencia de más de una empresa eléctrica en Madrid confería a los trabajadores una mayor capacidad negociadora. En el periodo aquí considerado existían dos grandes empresas Unión Eléctrica Madrileña (en adelante, Unión) y la Sociedad Hidroeléctrica Española (Hidrola) con su filial distribuidora de electricidad, la Cooperativa Electra Madrid (Electra).

La necesidad de ofrecer a los trabajadores las mismas ventajas que disfrutaba el personal de las otras empresas estuvo presente en las estrategias de la gestión laboral de las empresas eléctricas conscientes de la capacidad de negociación de los trabajadores.

El director de Unión opinaba a este respecto que "[...] en todo momento se ha de establecer comparación por nuestro personal con la situación del de empresas análogas, nos ha de obligar este hecho a que mantengamos en todo la conducta de aquellas, unificando nuestra acción y nuestro plan"2. Las compañías homogeneizaron progresivamente gran parte de las políticas de gestión del personal y ofrecieron los mismos beneficios. A medida que se consolidaba el duopolio en el mercado de Madrid, disminuían las alternativas laborales de los eléctricos madrileños.
La consolidación del mercado de distribución indujo un cambio de actitud de las direcciones de las empresas frente a sus trabajadores, se pasó de la colisión a la cooperación. El cambio experimentado propiciaba la implantación de prácticas de bienestar industrial. El siguiente párrafo, procedente de la memoria de Unión correspondiente al ejercicio de 1913, sintetiza la actitud de la dirección de la empresa frente a los trabajadores:

"El personal no fue, como no podía serlo, desatendido en nuestras reformas. Hoy, por suerte, todos estamos convencidos ya de que no es factor despreciable en la marcha de un negocio la mayor o menor satisfacción de cuantos a él contribuyen, y por ello ha sido norma exigir a cada cual con toda rigurosidad el cumplimiento de sus deberes, pero al mismo tiempo ofrecerles con la mayor consideración toda posible ventaja"3.

(...........)


Vivienda
[A los efectos que interesa a esta página centramos nuestra atención en este apartado, en tanto las viviendas mencionadas, una vez restauradas y reorientada la zona de vivienda obrera a zona residencial de alto nivel, es posible hoy en dia conocerlaas. En la imagen y enlace adjunto se indica su ubicación. Equipo Texeo]

Las empresas productoras de energía hidroeléctrica se vieron obligadas a construir viviendas para alojar a los trabajadores de sus centrales hidroeléctricas, situadas en su mayoría en zonas despobladas. En este sentido, la provisión de viviendas por parte de las hidroeléctricas presenta características similares a las colonias textiles o a las minas.
Pero la política de viviendas que siguieron las empresas eléctricas en Madrid tenía objetivos diferentes a los poblados.

El problema de la vivienda en Madrid estaba latente desde la década de los ochenta del siglo xix y se agudizó durante las primeras dos décadas del siglo xx. La población de Madrid a principios de siglo era de 541.553 habitantes, pasando a 750.896 en 1920, esto es, un incremento del 38,65 por ciento; mientras las viviendas disponibles aumentaron un 29 por ciento, creándose un déficit del diez por ciento21.
En este contexto, en 1920 se creó, por iniciativa del personal de Unión, la Cooperativa de Casas Baratas. El proyecto proponía la construcción de escuela, casino, sanatorio, campo de deportes y ochenta casas. La compañía se interesó gestionando la compra de terrenos y llevando parte de la ejecución de las obras. La construcción de las viviendas se financió con la ayuda del Estado y la emisión de obligaciones que cubría el fondo de la Caja de Previsión y Ahorro, anticipos que concedió la compañía y los créditos facilitados por la Casa Urquijo.
A finales de 1922 se ocuparon las primeras casas y en 1924 quedaron concluidas las cien casas y las escuelas. La Colonia de la Unión Eléctrica Madrileña situada al norte de Madrid se construyó según las características de la ciudad-jardín, esto es casas unifamiliares con patio y jardín.
La Ley de Casas Baratas había impulsado también a Electra a crear la Cooperativa del Hogar. A tal efecto se compraron los terrenos que se vendieron en 1933, al no haberse llevado a cabo la construcción de las viviendas.

La intervención de las empresas se dio en la administración y apoyo de la cooperativa. Éstas surgieron para aprovechar las ventajas derivadas de la Ley de Casas Baratas y construir viviendas higiénicas y confortables.
Escuelas, bibliotecas y la Asociación Cultural Deportiva Electra
Unión creó escuelas cuyo objetivo era "proporcionar mayor instrucción a sus empleados y obreros [...] y colocarles en condiciones de estimarse a sí mismos y de ser más útiles para ellos y para la sociedad"22. En la misma línea, Electra promovió cursos de electricidad, matemáticas, gramática y ortografía castellana, mecanografía, taquigrafía e idiomas. Estos cursos los impartía personal de la compañía, a excepción de los idiomas.

Además de las escuelas destinadas a los trabajadores de la empresa, se crearon escuelas para los hijos e hijas de éstos. Electra inauguraría en 1931, en los locales de la antigua Central de Chamberí, una escuela para niños y otra para niñas con capacidad para treinta y dos escolares cada una. La creación de estas escuelas tenía una utilidad considerable ya que, debido al sistema de contratación del personal, los hijos y hermanos tenían el derecho de admisión preferente, los alumnos eran los futuros trabajadores de la compañía. La inversión realizada en educación por parte de la empresa, era recuperada.
Las bibliotecas contenían libros científicos, en su mayoría relativos a electricidad, de historia, viajes y novelas. Los usuarios podían realizar peticiones para la compra de libros, evidentemente se procedía a la compra de aquellos libros que se adecuaran a la línea marcada por la dirección.
Durante este periodo, la disminución de la jornada laboral y el existente descanso semanal aumentaron el tiempo de libre de los trabajadores. Electra creó la Asociación Cultural Deportiva con la intención de controlar el tiempo libre del personal, proponiendo actividades que eran consideradas moralmente adecuadas y no suponían perjuicio para la empresa.
A su vez, a través de la asociación, se intentaba estimular la identificación del personal con la empresa. La actividad a nivel deportivo más destacada era el equipo de "foot-ball", a tal fin la empresa construyó un campo de fútbol. Se organizaron competiciones con las otras empresas, estimulando la rivalidad y la identificación con el equipo y la empresa.
(.........)

2 comentarios:

  1. Una llamada de atención.
    La delimitación de la Colonia Unión Eléctrica Madrileña enel Google Map es erronea.
    La zona marcada corresponde a las Colonias Prosperidad Y Primo de Rivera. La primera comprendida entre las calles Pradillo, Ramón y Cajal, y Alfonso XIII. La segunda, entre Ramón y Cajal, Alfonso XIII, Pintor Rivera y Victor de la Serna.
    La Colonia UEM, se encuentra entre las calles Pintor Rivera, Victor de la Serna, Colombia y Alfonso XIII. Es decir, más al Norte del área delimitada en el mapa.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Anónimo6:59 a. m.

    Corroboro lo dicho por Carolina.

    ResponderEliminar