Igual que en Avilés.....
El edificio patrimonial está junto al Clariano y fue el primer generador de luz de la comarca A. Garzó, Aielo de Malferit . Levante
Aielo de Malferit inaugura el próximo día 17 la restauración de la antigua Central de la Llum, de finales del XIX. Se trata del edificio destinado a la generación de energía eléctrica más antiguo de la comarca de la Vall d'Albaida y uno de los primeros del país. Situado junto al río Clarinado, la idea inicial del consistorio aielense era destinarlo a albergue juvenil o centro de interpretación de la naturaleza. Sin embargo, se ha decidido recabar la opinión de los vecinos para que propongan ideas sobre los usos y utilidades que pueda tener. Aunque el estado del edificio era aceptable, toda la maquinaria interior fue desmantelada hace años, según ha explicado el edil de Cultura, Miquel Sarrió.
La restauración de la central de generación eléctrica de Aielo ha estado acompañada de otras intervenciones, ya que si representativo es el inmueble no menos reseñable es su entorno: el puente d'Allà Baix y La Font. Es por ello que, según ha recalcado la alcaldesa, Cristina Mira, la actuación «servirá para abrir el pueblo al Clarinado y al barranco de Albert; lo que sin duda contribuirá a la recuperación y rehabilitación de las fachadas y cornisas del Aielo viejo» , recayentes a esa parte.
El Ayuntamiento de Aielo compró la central en 2004. El pasado verano se inició la recuperación del edificio y de la infraestructura hidráulica que aún se conservaba. Según el ayuntamiento, las intervenciones se han centrado en la reposición de la techumbre del inmueble, el acondicionamiento de una sala principal y de los servicios, más la limpieza y puesta a punto del sistema de compuertas de la acequia.
También se ha creado una canalización interna que conduzca las aguas que se filtraban a través de las paredes, según han desde del consistorio.
La Central de la Llum se inauguró en la Nochebuena de 1895. Se creó para abastecer energéticamente las fábricas textiles de Aielo, Bocairent, Ontinyent y L'Olleria. Tenía una caída de 24 metros. Aún se conserva la presa y el desvío de la acequia. Además de su importancia dentro de la llamada arqueología industrial, su entorno « ofrece una magnífica visión paisajística tanto del pueblo como de las terrazas fluviales del río y los barrancos» , recalcan.
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