Mieres / Langreo,
M. Á. G. / B. G. F
La construcción de parques mineros está de moda en Europa. Así lo confirman los numerosos estudios realizados por el doctor ingeniero de Minas de la Universidad de Vigo, Enrique Orche, que además es secretario de la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero. Según su último recuento, en Europa existen ya 250 museos y parques mineros repartidos en 17 países que funcionan con gran aceptación, recibiendo entre 30.000 y 800.000 visitantes al año.
El tirón turístico es uno de los motivos de más peso para ejecutar este tipo de proyectos. Alemania, Reino Unido, Holanda y Francia son los que más apuestan por estos equipamientos, que se han convertido ya en una actividad económica más. Orche destaca especialmente el caso de Polonia, que ha dedicado un importante esfuerzo a la conservación y exposición de su patrimonio minero. El doctor de la Universidad de Vigo considera la antigua mina polaca de sal de Wieliczka como uno de los casos más relevantes. Asegura que recibe 800.000 visitantes anuales y constituye un polo de atracción de primer orden que genera importantes beneficios económicos.
En el caso español, los expertos coinciden en destacar la oferta de Cataluña y, en particular, de Barcelona. Otras experiencias exitosas son lideradas por Huelva, con el parque minero Río Tinto; el museo de la minería de Barruelo, en Palencia; el parque geológico-minero de Mazarrón, en Murcia; el parque geológico-minero de Las Médulas, en León, y el parque minero Pozo Norte, de Puertollano, en Ciudad Real. Entre los primeros puestos de las listas elaboradas por los expertos también se encuentra el Museo de la Minería y de la Industria de El Entrego, en la comarca del Nalón.
Buenos indicadores
Los especialistas detectan un ligero retraso de España respecto a otros países europeos, más sensibilizados con la conservación del patrimonio geológico y minero. No obstante, Orche aprecia algunos indicadores optimistas. En sus numerosos estudios, reconoce que el país empieza a liderar un cierto movimiento de recuperación, «propiciado por el empuje de las personas y las sociedades sin ánimo de lucro que persiguen involucrar a las administraciones», asegura el doctor. De lo que no cabe duda, según los expertos, es que este tipo de equipamientos se han convertido en atractivos turísticos capaces de generar empleo e ingresos, «además de acabar con la degradación social que supone cerrar las antiguas explotaciones mineras».
Orche ha hecho varios estudios sobre los contenidos de un parque geominero. Los hay de muchos tipos, desde los más pequeños hasta los más ambiciosos, con una oferta de equipamientos completa para el turista. La apuesta más extendida es ofertar desde los parques mineros actividades lúdicas, culturales y pedagógicas aprovechando sus numerosos vestigios industriales.
En las experiencias más exitosas, se permiten visitas a la mina, acompañadas de guías, que explican las características del yacimiento, el proceso de extracción del mineral y el funcionamiento de la propia explotación. Los más completos también disponen de actividades científicas y terapéuticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario