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Dada la vinculación que existió en su dia entre el Pozo Montsacro , objeto de especial interés de este blog, y la entonces ENSIDESA, traemos aqui unas reflexiones sobre el tratamiento que viene recibiendo últimamente el Patrimonio Social y arquitectónico de esta última.
Como decia recientemente Juan Carlos de la Madrid en un árticulo publicado en LNE,
"Avilés avanza hacia la destrucción del legado arquitectónico de la época de Ensidesa. El período más importante del siglo XX va a quedar como una hoja en blanco para las futuras generaciones. No sólo por haberse derribado ya algunos ingenios fabriles, desde los más importantes (hornos altos) hasta los más pequeños (las «madrileñas» grúas de la dársena San Agustín), sino porque la destrucción apunta hacia todo lo que fue testimonio urbano de aquella ciudad: ya ha caído el ambulatorio de Llano Ponte y pronto lo hará, por ejemplo, la residencia de ingenieros de González Abarca. De quienes se arrepienten ahora de no haber defendido los hornos de Ensidesa, al menos uno debería hacer algo para no engrosar el ya crecido caudal de sus lágrimas de cocodrilo, que amenaza con formar un «tsunami» dispuesto a arrasar toda la historia siderúrgica.
Y así parece, pues la residencia de Ingenieros parece que pasará a "mejor vida", lo que no deja de parecer sorprendente. Decimos esto, porque concurren en este caso no solo la dejación del actual equipo municipal hacia el patrimonio industrial y socio-industrial de Aviles sino también un aparente desconocimiento del valor de estos edificios y su adaptación para otros usos.
Resulta crónica la omisión en la reciente história publicada de la villa a este conjunto de edificios que conjuntamente con las viviendas de directivos y mandos allí ubicadas, constituyen hasta hoy en día los llamados "Ingenieros" o "Los Bloques", para quienes allí viven todavía.
Al margen de su ubicación en los terrenos de la finca Pedregal, de oscuro pasado, y de la posición dominante que ocupan sobre el conjunto de la Villa, algo siempre críticado, los edificios inicialmente previstos como "Club" - y "Residencia" (Sidrería La Quintana y Hotel Avilés respectivamente) ofrecen un singular arquitectura, única en Asturias e incluso en España.
Ambos forman, junto con las "Viviendas de los Ingenieros", un conjunto de elevada calidad arquitectónica y gran valor histórico y social, pues conjuntamente con las viviendas de Llaranes, reprsentan la organización de la vida social de sus empleados hecha por la propia Compañia.
Por ejemplo, este último aspecto ha sido especialmente valorado en la consideracion patrimonial y resolución dictada por el Principado en el caso del complejo Solvay, en Lieres y es también uno de los principales argumentos que ahora se valoran en relación a la protección patrimonial de Arnao.
Sorprende que en medio de el actual - y bienvenido- afan protector, la residencia y club de ingenieros, en su día decorados con las ultimas tendencias en materia de diseño mobiliario vayan a ser derruidos, como si los responsables municipales opinasen que esas casas "no valen nada..." o simplemente "molestan".
Desde aqui nos preguntamos ¿ Se han explorado otros usos? ¿ Ha considerado el ayuntamiento la posibilidad de ubicar alli una granja de empresas? ¿ o un museo? ¿o sus propias oficinas? etc, etc...Por ultimo, y dada su buena relación actual ¿ le han preguntado al estudio de Niemeyer que piensa al respecto y cual es su valoracion del edificio? ¿Que piensa la consejera de cultura, Ana Rosa Migoya? ¿Se ha consultado a las academias de arte e historia y colegios de arquitectos? ...
Desde aqui repetimos lo ya dicho en otro lugar. En Europa se han llegado a proteger edificaciones industriales con el rango de "patrimonio de la Humanidad" . No es que haya de ser el caso, pero ello si refleja una sensibilidad que aquí está por llegar, y eso que queremos ser "modernos".
En el caso de los edificios que nos ocupan, no solo existe calidad de diseño, sino que se trata de edificaciónes únicas y nunca se repetira la situación excepcional que las hizo aparecer. Solamente por ello se les debería reservar un hueco en la historia, al menos en la local.
Por otra parte, este tipo de infraestruturas pueden rentabilizarse aplicando criterios museisticos, lo que prestigia a las ciudades que las ubican, y que a la larga resulta más rentable que la supuesta creacion de empleo inmediato - y temporal- que se deriva de su demolición.
Concretamente comentaba la prensa en estos dias la carencia de espacio en La Curtidora para ubicar las oficinas de nuevas empresas. ¿No podria ser este un magnifico - y útil- destino para el edificio?. ¿No sería una buena oportunidad para que el ayuntamiento "presuma" de conservar, rentabilizando, el patrimonio socio-industrial?
Como ejemplo de indiferencia municipal en estos temas, y salvando las diferencias, recordemos que en Madrid, se dio el caso similar de los laboratorios Jorba, edificio derruido recintemente que provoco un terremoto en el ayuntamiento y una gran polemica en la prensa, dada la desidia que este hecho reflejaba. Que no ocurra lo mismo de nuevo y primen los intereses de la colectividad frente a los inmobiliarios. Es lo mínimo que cabe pedirle a un equipo municipal que se proclama socialista, aunque la ideología no sea la clave en este tema.
Planta de los edificios.
Conjunto que integran los edificios con las viviendas de ingenieros ( a la derecha). En la parte superior la finca Pedregal, de la que estos terrenos formaban parte.
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