LA LUCIÉRNAGA
Viviendas obreras
De las nuevas expectativas que suscita el patrimonio industrial como recurso turístico en el Valle del Nalón nos informaba recientemente EL COMERCIO. Lo que tiene que ver con el hecho de que sectores cada vez más amplios de la población demandan ofertas que permitan acercarse al conocimiento de los valores culturales y las señas de identidad de cada comarca. Así, el turismo industrial como variante del turismo cultural, no es ajeno a esa creciente demanda social que motiva la abundancia de iniciativas de nuevos museos, centros de interpretación u otro tipo de equipamientos.
Desde que la arqueología industrial se abrió paso abordando estudios e induciendo tareas de preservación y aprovechamiento de las huellas de la revolución industrial, el patrimonio minero-industrial ha dejado de ser una rémora o una reliquia, para convertirse en un nuevo bien cultural y en un factor para el progreso socioeconómico de las comarcas donde se encuentran los vestigios de esas industrias.
Ahora bien, la búsqueda de nuevos recursos de futuro, contando con las viejas estructuras de la actividad minero-industrial o con los distintos elementos edificados y testimoniales de la historia técnica, social y cotidiana de las comarcas de vieja industrialización, no debería llevar a abusar de construir para la ocasión piezas ficticias a semejanza de las antiguas.
Tal es el caso de la posibilidad que se anuncia de edificar alojamientos turísticos, similares a las antiguas viviendas obreras conocidas como 'cuarteles', en el entorno de la zona del Abeduliu en San Martín del Rey Aurelio. ¿Acaso no existen en el Valle del Nalón suficientes edificaciones de este tipo, susceptibles de rehabilitación? Sin duda que hay bastantes. Si se habla de rehabilitación de antiguas viviendas obreras no queda muy lejos Gijón, para poder observar la magnifica recuperación y uso didáctico-turístico de la antigua ciudadela de Capua.
Pero no estoy seguro, de si lo que anima dicha idea es la pasión por la simulación o algo más banal. Han sido tantas las ocurrencias que se han venido barajando en relación con la campa del Abeduliu que ya me pierdo.
Son tan variados los problemas que dejan tras de si los espacios afectados por la minería a cielo abierto, que no se sabe qué se puede hacer en ellos.
Desde que la arqueología industrial se abrió paso abordando estudios e induciendo tareas de preservación y aprovechamiento de las huellas de la revolución industrial, el patrimonio minero-industrial ha dejado de ser una rémora o una reliquia, para convertirse en un nuevo bien cultural y en un factor para el progreso socioeconómico de las comarcas donde se encuentran los vestigios de esas industrias.
Ahora bien, la búsqueda de nuevos recursos de futuro, contando con las viejas estructuras de la actividad minero-industrial o con los distintos elementos edificados y testimoniales de la historia técnica, social y cotidiana de las comarcas de vieja industrialización, no debería llevar a abusar de construir para la ocasión piezas ficticias a semejanza de las antiguas.
Tal es el caso de la posibilidad que se anuncia de edificar alojamientos turísticos, similares a las antiguas viviendas obreras conocidas como 'cuarteles', en el entorno de la zona del Abeduliu en San Martín del Rey Aurelio. ¿Acaso no existen en el Valle del Nalón suficientes edificaciones de este tipo, susceptibles de rehabilitación? Sin duda que hay bastantes. Si se habla de rehabilitación de antiguas viviendas obreras no queda muy lejos Gijón, para poder observar la magnifica recuperación y uso didáctico-turístico de la antigua ciudadela de Capua.
Pero no estoy seguro, de si lo que anima dicha idea es la pasión por la simulación o algo más banal. Han sido tantas las ocurrencias que se han venido barajando en relación con la campa del Abeduliu que ya me pierdo.
Son tan variados los problemas que dejan tras de si los espacios afectados por la minería a cielo abierto, que no se sabe qué se puede hacer en ellos.
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