viernes, noviembre 03, 2006

Bustiello.com Poblado Minero

Presentamos la página web del poblado de Bustiello. Un conjunto singular , del que existen otros ejemplos representativos en Asturias como Arnao y Lieres . Esta tipología constructiva, ha llegado a ser reconocida "patrimonio de la humanidad" por la UNESCO, en otros lugares, como es el caso del poblado de Crespi D'Adda en Italia


La información que sigue, ha sido extraida del web de La Salle

Bustiello, poblado minero.

A orillas del Aller, en terrenos ganados al río, fue construido por la Hullera Española, entre 1890 y 1925, el poblado de Bustiello, que se comunica por carretera a través de la regional AS-112. Fue la materialización de un concepto que marcaría profundamente tanto su estructura física como su valor simbólico.

La Sociedad Hullera Española, propiedad del Marqués de Comillas, fue una de las primeras empresas que explotaron la riqueza de la Cuenca. Propietario de muchas de las explotaciones ubicadas en Mieres, Aller y Lena y ferviente católico (difusor de la Encíclica Rerum Novarum, del Sindicato Obrero Católico), figura que simboliza el llamado paternalismo industrial histórico, ideó el poblado como capital de un soñado concejo minero que abarcaría todas sus propiedades y destinado a unos obreros que inspirados por su ideología fueran ejemplo para el resto, alejados de la influencia de los sindicatos obreros reivindicativos y por tanto peligrosos para sus intereses como patrono.


Las influencias constructivas son variadas; se corresponden a las que en su época, fines del s. XIX y principios del XX, se imponían: elementos modernistas, modelos constructivos europeos (como las casas pareadas belgas y los ladrillos macizos rojos vistos, la teja plana industrial...), pero sin abandonar la tradición autóctona con elementos propios asturianos (aparejo visto de mampostería ordinaria, mortero de cal, ladrillos rojos sólo en ángulos, maderas de roble y castaño, vidrieras, galerías y miradores...).

En la margen izquierda del río, limitado también por la vía del ferrocarril minero, se trazó el perímetro del poblado que se levantaría en distintas fases a partir de un trazado en cuadrícula y de una jerarquización de niveles que señala ya el lugar que corresponde a cada status.

En 1967, el poblado minero pasó a formar parte del patrimonio de la empresa estatal HUNOSA y las viviendas obreras que estaban en arriendo fueron vendidas a sus inquilinos en 1970.

En la última década del siglo XX, el Ilmo. Ayuntamiento de Mieres y la Fundación de Comarcas Mineras (FUCOMI) han trabajado por la recuperación de este poblado, una pequeña joya que como tal debe ser cuidada y admirada. La existencia de distintas Escuelas Taller permitió, además de formar a muchos jóvenes de la comarca, recuperar una parte del patrimonio arquitectónico y ponerlo al servicio de la sociedad




El conjunto del poblado de Bustiello, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en el ámbito del Patrimonio Industrial compone un ejemplo único en Asturias, en el que se unen diversos intereses:

1º.El arquitectónico, pues en él se mezclan diferentes estilos: a) los estilos cultos en sus edificios más representativos, formas europeas reinterpretadas bajo la influencia de la reinaxença catalana (iglesia, sanatorio); b) la arquitectura racionalista del maquinismo europeo propio de las sociedades industriales (casas, lavaderos); c) las tradiciones constructivas asturianas (galerías, buhardillas, cantos rodados, etc.).

2º.El interés social: la idea de la empresa de crear núcleos de población próximos a ella y separados de los ya existentes, ejerciendo así un control de la vida del obrero e intentando alejarlo de los movimientos sociales más reivindicativos, creando un conjunto cerrado, dotado de todos los servicios tanto de salud como de educación y cuidado del espíritu.

3º.El interés cultural: aquello que por serle cotidiano a la población podría pasar desapercibido. Además del patrimonio industrial que contiene, también es de destacar el patrimonio natural, pues Bustiello se enclava en el bonito valle del Aller desde cuyas laderas se encuentran hermosos miradores

Estado actual de la Escuela

Un paseo por Bustiello

Para acceder se atraviesa un puente, de pilas de piedra y celosía de acero, que simula, sin llegar a serlo, la existencia de una calle Mayor, enmarcada con farolas de hierro fundido de estilo modernista a la que se abren los edificios públicos más emblemáticos



El edificio del antiguo Círculo Obrero Católico, de menor prestancia arquitectónica pero de gran valor social. Inaugurado en 1895, era el espacio de ocio obrero con actividades dirigidas por los Hermanos de la Salle y acordes con el ideario del Marqués: Cine-teatro, Orfeón obrero... Proyectado y construido por D. José Revilla. Avanzando un poco más, la calle se abre simulando una plaza, único espacio donde se podía reunir un grupo de gente; allí se hallan la iglesia y el monumento a la memoria del Marqués.

La Iglesia (1890-94), proyectada y construida por personal de la empresa: Félix Parente, Manuel Montanés subdirector de la S.H.E., Francisco Stany y Mamerto Lorente. Edificio monumental de estilo neorrománico con planta basilical de tres naves, con hermosa portada iluminada por vidrieras, conserva en su interior piezas de gran interés, como el altar-retablo realizado en madera y decorado con los símbolos de los intereses económicos del Marqués (minería, ferrocarriles y naviera) o el reloj de la espadaña, construido por Canseco Relojero, proveedor de la Real Casa (en uso actualmente). Tiene adosada la sacristía y la casa del capellán.

Plaza: cículo católico de obreros, iglesia y escuela


El monumento erigido en 1925 a la muerte de Claudio López Bru, II Marqués de Comillas, representa la ofrenda floral de un minero como agradecimiento a su labor. Es obra del escultor madrileño Alfredo Mariñas. Parece ser que se tomó como modelo a un trabajador apodado Miguelón el de Entrebú. Realizado en piedra y bronce, la verja que rodea el conjunto está formada por picos y palas, instrumentos de trabajo utilizados por los mineros.

Por detrás de la iglesia, se levantó la Escuela de niños, de dos plantas con vivienda para los Hermanos de la Salle.

Construcción de tipo autóctono con elementos decorativos en fachada, ventanas y marquetería.

Desde este espacio abierto, al lado del monumento, si observamos el poblado, podremos apreciar esa estructuración en niveles diferenciados.

A partir del antiguo trazado del ferrocarril, hoy nueva carretera a Moreda, se sitúa el nivel más alto y alejado de las posibles avenidas del río donde se construyeron casas de mayores dimensiones y categorías; lo integraban en principio cuatro casas, tres de ellas pareadas que compartían personal cualificado y la última individual para uno de los ingenieros, el denominado Chalet de D. Isidro, de 1898. Se trata de una edificación de tipo burgués, con balcones, cerámica vidriada, y el rasgo autóctono de la galería acristalada, rodeada de jardín y con garaje.

Algo más abajo, el nivel donde se instala la mayor parte del poblado, ordenado en calles paralelas y perpendiculares al río, con un pavimento en origen de cantos rodados del propio río que aún se conserva en algunos tramos, cada cuadrícula definida por dos casas gemelas para obreros, pegadas por la espalda y rodeadas de huerta o jardín (según su uso) con acceso independiente para cada vivienda (compuestas por cocina y alcoba en la planta baja, y en el piso superior los dormitorios y la buhardilla).

En la zona más próxima al río y, por tanto, afectada por las inundaciones, se sitúa otro grupo de casas en dos bloques paralelos entre sí y al río: los Cuarteles de Santa Bárbara. Aprovechando la cercanía del agua, se sitúa en esta zona la fuente pública.

En ambos extremos se levantaron otras construcciones en un plano más desordenado y que dan al total un aspecto de contorno almendrado; son algunas de las casas en altura para empleados más cualificados y el Chalet de Moreno, que mantiene las pautas del tipo de vivienda burguesa.


Chalet de Moreno
Este es el núcleo de la colonia, pero ésta no estaría completa sin relacionarla con otra zona que contiene elementos claves para comprender el conjunto: son las construcciones de la margen derecha del río. Se articula en torno al sanatorio, edificio con una volumetría y galerías de cristal en relación a las formas constructivas asturianas. Presenta también rasgos de la arquitectura modernista (molduras en fachadas, herrajes con motivos vegetales en los antepechos de las ventanas y el cierre delantero). Más tarde se añadieron nuevos edificios a los lados del primitivo, uno destinado a Escuela de Niñas y otro a farmacia, armonizando su construcción con lo ya existente Sanatorio y escuela de niñas

La figura del Marqués de Comillas

Bajo el título de Marqués se ocultan en realidad dos personas, padre e hijo. El padre, Antonio López, originario de Comillas y establecido en Barcelona, poseía una gran fortuna (la Compañía Trasatlántica, el Banco Hispano Colonial, la Compañía de Tabacos de Filipinas, el Coto Minero de Aller, la Compañía de Ferrocarriles del Norte) que le ayudó a participar en la actividad económica, política y social del s. XIX, gracias a la cual le fueron otorgados diversos honores por el rey Alfonso XII, entre ellos el título de Marqués de Comillas.

Pero en las Cuencas Mineras el que dejó más huella fue su hijo, Claudio López Bru, II Marqués de Comillas, nacido el 14 de mayo de 1853, licenciado en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de Barcelona. En 1875 comienza a ocuparse de la Trasatlántica y posteriormente, tras la muerte de su padre en 1883, comenzó a prestarle más atención a las Minas de Aller y le dio un impulso que multiplicaría la importancia industrial del valle. Claudio López Bru fue jefe del Somatén, institución nacida en Barcelona que luego se extendió por todo el país. También tuvo inclinación por la política e intentó abrir y extender por España el concepto de política católica; en este sentido creó el Centro de Defensa Social y fundó el periódico El Universo. Tuvo una alta implicación en la acción católica social que aplicó en las empresas de su propiedad, poniendo a disposición de los empleados viviendas y escuelas, facilitándoles además la formación educativa, religiosa y la atención sanitaria, pero ejerciendo un riguroso control sobre ellos a través de la política de la empresa y de sus administradores..

Acción al portador de la Banca López Bru
Para leer una versión crítica del paternalismo empresarial catalán y en especial de D. Claudio López Bru, ver el artículo:

Martín Rodrigo y Alharilla (2000) Hegemonía, consenso y conflicto: una historia social del poder en la restauración.

Como el mismo autor resume: Propongo aquí una visión diferente (...) que entiende la práxis social de los Comillas como una estrategia determinada, elaborada para convertir su dominio económico y político en hegemonía intelectual, moral y cultural

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Claudio López Bru adquirió las concesiones mineras de La Montañesa el 24 de junio de 1884, aunque la Sociedad Hullera Española (SHE) no se escrituró hasta el año 1892. Las explotaciones se ubicaban en los concejos de Mieres, Lena y Aller, ayuntamientos con los que la empresa tuvo diversos conflictos y generaron la idea de la creación de un concejo minero que abarcara las parroquias de Ujo, Santa Cruz, Carabanzo, Caborana, Boo y Moreda, creando en Bustiello su capital como ejemplo de la política social de la empresa, en Ujo su centro administrativo y en Caborana y Moreda el núcleo industrial.

Si bien las empresas asturianas construyeron casas, cuarteles y economatos, la SHE se distinguió del resto por su intento de llevar a la práctica su política de intervención paternalista industrial, atendiendo tanto al bienestar de los trabajadores como a la disciplina, con una política de control sobre sus actividades dentro y fuera de la empresa; así, además de mejorar las condiciones de vivienda, salubridad y educación, pretendía alejar a sus empleados de los movimientos más reivindicativos, promocionando para ello al Sindicato Obrero Católico, que contrarrestara la influencia de los sindicatos obreros de clase.

Pero la puesta a disposición de estos servicios, sobre todo la vivienda, no era suficiente para atender a las necesidades del número total de desempleados. Bustiello fue sólo un ejemplo modelo para un buen grupo de trabajadores que se vieron beneficiados por la política paternalista de la patronal

Monumento a Don Claudio



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