miércoles, noviembre 29, 2006

La plataforma y el PP tratan de evitar in extremis el derribo de la térmica





El colectivo en defensa del edificio pide al Ayuntamiento que paralice la demolición por carecer de licencia


La Plataforma de Defensa de la Antigua Térmica de Ensidesa solicitó ayer por registro ante el Ayuntamiento de Avilés la paralización de las obras de demolición, previstas para las próximas semanas. Según este colectivo, que integra a ecologistas, ASIA, vecinos y defensores del patrimonio industrial avilesino, «la desmantelación ya se ha iniciado en el caso de los gasómetros sin contar con licencia alguna de obra».

Este grupo reclama la paralización de la actividad hasta que cuente con licencia, y pide que se sancione a Infoinvest, así como a las empresas responsables de los derribos. Además, considera que se vulnera la ley de residuos, por lo que ha reclamado ante el Principado que inicie un expediente sancionador por el conjunto de actuaciones.

Por otro lado, el PP asturiano se valdrá de su representante en la Dirección General de Patrimonio y Cultura, Felipe Díaz de Miranda, para paralizar el previsto derribo de la antigua central térmica de Ensidesa, cerrada en 2004 y ahora convertida en un cadáver arquitectónico a la espera de desmantelamiento.

El concejal del PP en Avilés, Constantino Álvarez, se puso en contacto hace días con Díaz de Miranda para ponerlo en antecedentes de la gestión de la térmica realizada hasta ahora por las administraciones central y municipal. Todo encaminado a que el representante del PP ejercite en la próxima reunión de Patrimonio su derecho de oposición a la intervención en el inmueble y pedir la paralización de las obras de derribo.

Álvarez critica la actitud mantenida en los últimas semanas por el equipo de Gobierno avilesino en relación a la térmica, muy especialmente la negativa del PSOE e IU a tratar en el Pleno una moción de los populares relativa al edificio. Para el PP, «Avilés ha sido timada sin que quienes gobiernan la ciudad hayan hecho nada por evitarlo». El concejal se refiere a las negociaciones -supuestamente frustradas- con la empresa Isolux, que debían haber llevado a la venta de la parcela para construir en ella una central eléctrica de ciclo combinado.

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