viernes, noviembre 10, 2006

Bejar: El nuevo PGOU protegerá el patrimonio industrial

Más de 70 edificios. Han sido catalogados por el equipo de redacción.

La principal seña de identidad de la ciudad textil es, precisamente, su patrimonio industrial relacionado con las diferentes fábricas y tintes del sector lanero que en Béjar alcanzó cotas envidiables y se convirtió en seña de identidad de la ciudad y la provincia de ámbito no sólo nacional, sino con una amplia presencia en Europa.

Tribuna, 9 - XI - 2006

Por lo tanto, no es de extrañar que el rasgo más definitorio de la arquitectura popular de la ciudad fueran las altas chimeneas y las diáfanas naves que ocupaban la maquinaria textil y el trabajo de los obreros bejaranos. Tras el repliegue de la industria en toda España y de la progresiva decadencia bejarana, las naves fueron cerrando y así, tanto fábricas como tintes, echaron el cierre para que el tiempo fuera haciendo mella en sus estructuras. Al no existir una legislación al respecto, las fábricas continuaban desapareciendo.

De esta manera, ya se ha perdido la tercera parte del patrimonio textil de Béjar, según se desprende de un informe realizado por el Gobierno desde el año 2000 hasta 2003. Entonces, la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales e Instituto del Patrimonio Histórico Español incluyeron el patrimonio industrial de Béjar en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial, una protección a la que ahora se une la nueva redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que en su redacción pretende ser especialmente preservador y protector del patrimonio industrial de la ciudad.

El Inventario del Patrimonio Industrial de Béjar, contratado por el entonces Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y finalizado en octubre de 2003, ha sido revisado y ampliado, modificando las correcciones que se han visto oportunas y con el asesoramiento de técnicos del área de Patrimonio. Esta lista incluye a más de sesenta fábricas, todas ellas con una protección en función del tipo de interés histórico artístico y arquitectónico, calificada en tres clases (alta, media y baja).

Respecto al Ayuntamiento, después de tres intentos de modificarse el PGOU, la nueva redacción que previsiblemente entrará en vigor el próximo año ha contemplado esta posibilidad de protección para evitar el derribo de estas fábricas con sus correspondientes chimeneas, para que Béjar no pueda algún día llegar a perder su peculiar silueta textil.

La lista de fábricas derribadas en los últimos años recuerda el Tinte del Duque, que databa del año 1593, que se derribó en 2001, el mismo día que las Cortes regionales aprobaron un plazo de tres meses para que expertos determinaran el valor para su declaración como BIC. Varias naves frente al complejo fabril de Mussons 2004, dos naves más de Pablo Farrás en diciembre de 2005, chimeneas de Patricio Agero en febrero de 2006 y el derribo de otra chimenea en Massa a mediados de mayo de este año han sido los ejemplos más recientes, a los que habría que sumar el tinte y fábrica de Francés Bruno, convertido ahora en un supermercado.

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