Avilés: El Puente de San Sebastián renueva su imagen con un proyecto pictórico de Ramón Rodríguez

Fuente Ayto.de Avilés. El Alcalde, Santiago Rodríguez Vega, presentó junto con el Director General de Calidad Ambiental y Obras Hidráulicas, Antonio Suárez Marcos, el proyecto pictórico para el Puente de San Sebastián que ha elaborado Ramón Rodríguez, artista avilesino también presente en el acto de esta mañana.

Tras una renovación completa de su estructura, el viejo Puente de San Sebastián vivirá en los próximos meses el desarrollo de un nuevo proyecto con el que completar el trabajo de rehabilitación realizado por el Principado y que ha costado 360.000€, convirtiéndose en algo más que una vía de comunicación, en un auténtico arco iris.

Llamado a ser una de las vías de comunicación entre la ciudad y el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, es decir, entre los ciudadanos y el ocio, el nuevo puente se convierte gracias a un trabajo pictórico del artista local Ramón Rodríguez -Director de la Escuela de Cerámica municipal y del Centro Municipal de Arte y Exposiciones- en una simbólica unión entre la tierra -la vida rutinaria- y el cielo -aquello que nos sublima y enaltece.

Ningún fenómeno natural puede representar de manera más precisa esta imagen que un puente que, en situaciones excepcionales, aparece como elemento de unión entre cielo y tierra: el arco iris.

Así, el tablero del Puente San Sebastián permitirá contemplar los sucesivos cambios cromáticos, un ejercicio de arte que incorpora el movimiento de los transeúntes a su paso. Y todo ello en contraste con uno de los colores preferidos por Oscar Niemeyer en sus edificios, el blanco. El resultado final, una gran escultura transitable, cambiante y colorida.

De esta forma, el proyecto recoge la siguiente distribución de los colores:

Las vigas y pilares, los elementos más pesados y visibles, irán en blanco.

Los tirantes que nacen en cada uno de los arcos superiores de la estructura conformarán una especie de gradación cromática que irá desde el rojo al violeta. La distribución será la siguiente:

3 arcos rojos que originan 6 tirantes rojos a cada lado.
3 arcos naranjas que originan 6 tirantes naranja a cada lado.
2 arcos amarillos que originan 4 tirantes amarillo a cada lado.
3 arcos verdes que originan 6 tirantes verdes a cada lado.
2 arcos azules que originan 4 tirantes azules a cada lado.
2 arcos añiles que originan 4 tirantes añil a cada lado.
3 arcos violetas que originan 6 tirantes violeta a cada lado.

Las barandas laterales irán en blanco. La calzada, en evitación de un rápido ensuciamiento y deterioro, será de un color grisáceo que no rompa excesivamente con los blancos de pilares, vigas y barandas.

Para jugar aún más con el simbolismo de los colores, se coloreará la parte posterior de los arcos (la cara que vería un paseante si caminase en dirección a la ciudad) con los colores azul y blanco de la bandera de Avilés y en una secuencia aleatoria.

Derribo del puente original, del cual se conserva, acertadamente, un fragmento que permite apreciar el nivel de deterioro alcanzado.