lunes, noviembre 13, 2006

Turón: La memoria perdida del carbón

18 edificios mineros de Turón, entre ellos, el lavadero central, están en el listado de piezas desaparecidas del Instituto del Patrimonio Histórico

Fuente: ECD - DIANA DE MIGUEL/MIERES

LOS AFECTADOS Estructuras derruidas entre 1986 y 1999: Sala de ventilación del pozo San José. Casa de ingeniero, economato, edificio de servicios múltiples y panadería de La Cuadriella. Barracón de San José. Cuarteles de San Benigno. Cuarteles viejos de La Finca. Llana Palacios y cuarteles de San Francisco. De 1999 y 2003: Casas del Correo. Santa Marina, Figaredo. Oficina de topografía. Almacén y lavaderos centrales de La Cuadriella. Lavaderos. Flotación y filtros del lavadero. Antiguo economato de Hulleras, en Turón. Las Vegas, en Figaredo y La Comercial, de La Cuadriella.

Lavaderos, economatos, almacenes, espacios de trabajo Así, hasta 18 edificios del patrimonio arqueológico de Turón figuran en la lista de elementos desaparecidos en los últimos años en el valle minero. El informe que ahora sale a la luz ha sido elaborado por el Instituto del Patrimonio Histórico de España y da cuenta de la pérdida, al menos, patrimonial, que ha sufrido el concejo turonés a lo largo de las dos últimas décadas.

El ansiado proceso reindustrializador provocó un gran agujero en el patrimonio del municipio, más preocupado por aquel entonces por recuperarse del cierre de las minas que por mantener vivo su pasado. La mayoría de los edificios que ahora ya no están se encontraban dentro del perímetro reservado para el proyecto del nuevo polígono industrial de La Cuadriella.

Hoy son los especialistas que han analizado la riqueza minera de Turón los que se echan las manos a la cabeza. Dicen que entre los inmuebles desaparecidos figura el del lavadero central turonés, auténtica base logística de la actividad minera de Hulleras de Turón, e icono sobre el que, a su juicio, debería haber pivotado el proceso de puesta en marcha de un plan integral de recuperación del patrimonio industrial del valle mierense.

Pero ya es tarde. Durante los últimos años del siglo XX y los primeros del XXI, las antiguas instalaciones del lavadero de hulleras del norte dieron paso al polígono industrial de La Cuadriella promocionado por la propia empresa minera con una superficie total de 52.011 metros cuadrados.

Huellas mineras

Pero pese a su transformación industrial, La Cuadriella aún guarda elementos destacados como la central eléctrica, su chimenea y varias instalaciones del siglo XIX, entre las que se encuentran los cargaderos de carbón. También destacan algunos puentes y planos inclinados, auténticas huellas del paso del ferrocarril minero por ese territorio.

El valle cuenta, asimismo, con la capilla románica de San Justo, así como con un variado catálogo de ermitas de origen medieval, puentes, molinos, lavaderos y demás elementos etnográficos, como hórreos, paneras, cuadras, viviendas... que suman más de 300 estructuras. Además, existen un total de 121 edificios con algún tipo de catalogación. De ellos, 46 son viviendas, 28 equipos e infraestructuras, 45 espacios de trabajo y tres forman parte del legado histórico-artístico del valle.

Se trata de inmuebles cerrados y sin uso, tanto urbanos como del entorno rural sobre los que en los próximos años se tratará de conformar una propuesta de turismo industrial diferenciada y dirigida a jóvenes, empresarios y emprendedores. Una idea pionera en la región cuyo mercado actual gira, de momento, en torno a otro tipo de productos y que, según expertos del Instituto del Patrimonio Histórico de España que han analizado la propuesta «tiene todas las posibilidades de ser viable».

Según aseguran los especialistas consultados, en el corto plazo y «de forma urgente» sería necesario articular un «plan de sensibilización» dirigido administraciones públicas y a la población incidiendo en los movimientos asociativos. «Habría que conformar un ente gestor que, además de llevar a cabo el diseño y desarrollo de las diferentes actuaciones, se ocupe de las labores de coordinación entre los distintos agentes implicados, sensibilizándoles sobre el destino y los recursos».
Un millón de euros

De momento, los Presupuestos Generales del Estado de 2007 han reservado, atendido a una enmienda de Izquierda Unida, una partida de un millón de euros para poder poner en marcha esta iniciativa e iniciar así el proceso de recuperación con fines turísticos, de la arqueología industrial del valle. La partida que aportará el Gobierno Central se podría completar con los 900.000 euros provenientes del plan complementario de la minería para el desarrollo del valle de Turón, que todavía están sin ejecutar. A juicio de los promotores de la iniciativa, para el sector público no debe considerarse como una inversión «a fondo perdido» ya que su rentabilidad estará condicionada por la obtención de beneficios del sector privado.

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