El principal acceso a Covadonga a partir de la Semana Santa de 2008 será un pequeño tren cremallera que circulará en superficie desde la finca de Les Llanes hasta el real sitio. El remonte costará entre 2 y 3 millones de euros, que pagará el Gobierno regional, y tendrá dos vagones independientes con capacidad para 60 personas que se cruzarán a medio camino. Sólo funcionará en épocas de afluencia masiva de visitantes. El pasado lunes, Iglesia y Principado acercaron posturas en la reunión de la comisión permanente y quedaron emplazados para tomar la decisión definitiva antes de Navidades.
Oviedo,
Nacho M. DEL CAMPO
Un remonte mecánico que avanzará en superficie y sobre raíles con dos vagones independientes de unas 60 plazas que se cruzarán a medio camino, una especie de pequeño tren cremallera que saldrá de la finca de Les Llanes y alcanzará la zona situada junto a la Escolanía de Covadonga conocida como «la casa del jardinero». Ése parece que será el principal acceso al real sitio en los períodos de máxima afluencia de visitantes.
El Principado presentó el proyecto el pasado lunes a los miembros de la comisión permanente de Covadonga y, aunque la decisión definitiva se tomará en una nueva reunión antes de Navidades, las posturas de la Iglesia y el Gobierno están ya muy próximas.
El elevador funcionará con un sistema de tracción por cable en el que los dos vagones se moverán por contrapeso. Uno sube mientras el otro baja. Salvará una pendiente media del 31,5 por ciento y un desnivel de 17,5 grados en un trazado de unos 400 metros en línea recta.
El Principado asumirá el coste total de la instalación, que será de entre dos y tres millones de euros, según las previsiones. De hecho, el presupuesto de la Consejería de Infraestructuras para 2007 ya ha reservado una partida de cuatro millones para este remonte, lo que cubriría su coste total. La Iglesia se hará cargo del edificio que se levantará en la zona de llegada del remonte, así como del aparcamiento que se construirá en la trasera de la escolanía.
El Gobierno regional y la Iglesia barajaron cuatro alternativas: un pasillo rodante, un teleférico, una escalera mecánica o el tren cremallera, que, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA el pasado 20 de septiembre, se perfiló desde el principio como la opción más factible. Para realizar los estudios previos se tuvieron en cuenta condicionantes de tipo ambiental, económicos (son los menos importantes, según el Principado, que quiere dar con «la solución óptima») y técnicos, así como la versatilidad de cada remonte a la hora de facilitar su uso a personas de movilidad reducida.
La opción del pasillo rodante se eliminó por un problema técnico, y es que puede superar una inclinación máxima de 12 grados. El impacto visual y ambiental que tendría un teleférico (el remonte atravesará un bosque autóctono dentro de un parque nacional) fue determinante para descartarlo.
El Gobierno del Principado se inclinó desde el principio por el sistema de tracción por cable, y la opción de la escalera mecánica, muy condicionada por la meteorología (cubrirla causaría gran impacto), está casi descartada, ya que, además, no sería de fácil acceso para personas con discapacidad.
El tren circulará por una vía que será única en casi todo su trazado exceptuando la zona intermedia, en la que el trazado se desdoblará en forma de óvalo para permitir que los dos vagones se crucen. La pretensión del Gobierno asturiano es que el remonte pueda entrar en funcionamiento antes de la Semana Santa de 2008. Para aprobar el proyecto es necesario que antes se dé luz verde al plan especial de Covadonga. El documento acaba de finalizar su primer trámite en el Ayuntamiento de Cangas de Onís y se enviará próximamente a la Comisión de Urbanismo y Ordenación Territorial de Asturias (CUOTA). Luego volverá al Ayuntamiento para su aprobación definitiva. La previsión es que el plan se apruebe definitivamente el próximo mes de enero.
El remonte mecánico sólo funcionará durante las épocas de máxima afluencia de visitantes. El cabildo de Covadonga y el Ayuntamiento de Cangas de Onís están realizando un estudio de visitantes según la época que será el que establezca el calendario, aunque es probable que el tren esté operativo en verano, en Semana Santa y varios fines de semana de primavera.
La finca de Les Llanes, de la que partirá el remonte, se sitúa a medio camino entre El Repelao (la «puerta» del parque nacional) y el santuario de Covadonga. En la finca, el Principado construirá un andén de embarque para el remonte mecánico, un edificio de servicios y acogida de peregrinos y un gran aparcamiento, con «el mayor número de plazas que técnica y ambientalmente sea posible», según el Principado.
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