Fuente: La Nueva España
El Gobierno regional apuesta por que el pozo Fortuna, en San Andrés de Turón, se convierta en el gran referente de la memoria histórica ligada a la represión franquista en Asturias. El presidente del Ejecutivo autonómico, Vicente Álvarez Areces, ha confirmado su disposición a financiar la construcción de un aula de interpretación en el antiguo edificio de la carpintería, situado a unos 100 metros de la caña por la que, en torno a 1938, fueron arrojados cientos de republicanos, izquierdistas y sindicalistas.
El aula de interpretación del pozo Fortuna, una de las mayores fosas comunes documentadas que se conocen en la región, servirá de complemento al monolito en recuerdo de las víctimas, obra del artista mierense Varela, y a los murales que, en sus inmediaciones, ofrecen información sobre los sucesos acaecidos en la zona hace casi setenta años.
La inauguración del conjunto en recuerdo de las personas que fueron arrojadas por la caña del pozo tuvo lugar el 15 de abril de 2005, una jornada emocionante y multitudinaria en la que el presidente de la Asociación Memoria Histórica Asturiana, Víctor Luis Álvarez, ya reclamó el centro de interpretación para el edificio de la carpintería.
El pozo Fortuna fue excavado con anterioridad a 1927, año del que datan los primeros documentos escritos sobre su existencia, aunque no llegó a ser explotado. Según parece, tiene el fondo cubierto de agua, pese a que diversos testimonios orales aseguran que durante la guerra civil fue rellenado de diversos materiales para tratar de ocultar los restos de los cientos de personas que fueron lanzadas a sus entrañas.
Algunos familiares de los represaliados en este pozo realizaron diversas gestiones para tratar de recuperar los restos de sus seres queridos. Sin embargo, diversos especialistas han rechazado tal posibilidad, debido a la gran descomposición que presentan los cuerpos a causa de su contacto con el agua durante casi siete décadas. Una vez decidido que no se iban a realizar las exhumaciones, el Ayuntamiento de Mieres y la Asociación Memoria Histórica Asturiana abordaron un ambicioso proyecto de adecentamiento del enclave que, ahora, se pretende completar con el aula didáctica.
El turonés Alfredo Valles, vicepresidente de la Asociación Memoria Histórica, y uno de los grandes valedores de la recuperación del pozo, aprovechó una reciente visita de Álvarez Areces al valle para reiterarle el interés del colectivo en contar con un aula didáctica en la explanada de la vetusta explotación minera. El presidente autonómico le garantizó apoyo económico para el proyecto.
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