Getxo tiene un monumento más que añadir al inventario general del patrimonio cultural vasco. El Ejecutivo autónomo ha incluido en ese apartado a la antigua fábrica de Harino Panadera, situada en el barrio de Las Arenas. Se trata de un edificio racionalista con influencias expresionistas realizado en hormigón armado, ubicado en el cruce de las calles Máximo Aguirre y Arellano.
El 1933 se diseñó esta panadera de 2.000 metros cuadrados de superficie. «Es un edificio que muestra un aspecto cambiante, con partes diferenciadas y con una clara fluidez y fragmentación volumétrica, que responden a las necesidades del programa funcional, manteniendo una unidad compositiva y estética», apuntan los técnicos en el texto publicado en el Boletín Oficial del País Vasco. El inmueble fue objeto de una reforma en 1986, cuando pasó de ser una fábrica de pan a convertirse en un edificio de oficinas. Allí establecieron su sede algunas ingenierías y también la empresa Tabacalera en Vizcaya.
Ladrillo caravista
Como aspecto reseñable hay que apuntar que tiene cubierta plana. Entre los materiales empleados en la fachada destaca el ladrillo caravista rojo, un elemento muy común incluso en la construcción de pisos residenciales.
«La fachada a la calle Máximo Aguirre tiene una presencia visual muy destacada. Consta de un paño de ladrillo como base de la composición y muestra una clara direccionalidad hacia el encuentro con la calle Arellano», destacan los técnicos. Otro punto sobresaliente son las dos puertas principales, delimitadas por una portada plana de piedra caliza. Esta construcción se identifica con facilidadpor la inscripción superior que dice 'Edificio Santa Ana'.
El 1933 se diseñó esta panadera de 2.000 metros cuadrados de superficie. «Es un edificio que muestra un aspecto cambiante, con partes diferenciadas y con una clara fluidez y fragmentación volumétrica, que responden a las necesidades del programa funcional, manteniendo una unidad compositiva y estética», apuntan los técnicos en el texto publicado en el Boletín Oficial del País Vasco. El inmueble fue objeto de una reforma en 1986, cuando pasó de ser una fábrica de pan a convertirse en un edificio de oficinas. Allí establecieron su sede algunas ingenierías y también la empresa Tabacalera en Vizcaya.
Ladrillo caravista
Como aspecto reseñable hay que apuntar que tiene cubierta plana. Entre los materiales empleados en la fachada destaca el ladrillo caravista rojo, un elemento muy común incluso en la construcción de pisos residenciales.
«La fachada a la calle Máximo Aguirre tiene una presencia visual muy destacada. Consta de un paño de ladrillo como base de la composición y muestra una clara direccionalidad hacia el encuentro con la calle Arellano», destacan los técnicos. Otro punto sobresaliente son las dos puertas principales, delimitadas por una portada plana de piedra caliza. Esta construcción se identifica con facilidadpor la inscripción superior que dice 'Edificio Santa Ana'.
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