Publicamos esta reseña con magnitudes que reflejan la importancia de la desaparecida Central Térmica de ENSIDESA, y unas curiosas fotografías de su autor
La Térmica de Ensidesa no se consiguió salvar, desconocemos también el destino de las turbinas, alternadores y soplantes, pero a tenor de lo que actualmente se ve en su interior no sería de extrañar que todo haya sido pasado a soplete y achatarrado.
Contaba en una entrevista, en el año 2000, el recientemente fallecido ingeniero de ENSIDESA Alfonso Targhetta Arriola que después de 50 años aún recordaba la cara de sorpresa que habían puesto los responsables de Hidroeléctrica cuando durante la negociación del suministro de energía eléctrica se les dijo que ENSIDESA contrataba todos los KW que pudiese generar la recién inaugurada central de Grandas de Salime.
Grupo de 60 MW en 1959
No era un farol, en 1950 Ensidesa iba a necesitar toda esa energía y más. Para hacer frente al gran consumo montó su propia central, que entró en servicio -parcialmente- en 1957, y durante algunos años fue capaz de cubrir el servicio propio y suministrar energía al exterior al estar conectada con la red eléctrica nacional. A título de ejemplo los datos de noviembre de 1964: 23.832.400 KW de gasto interno y 15.916.000 KW suministrados al exterior
La Central Térmica disponía de todo un conjunto de instalaciones auxiliares para tratamiento de agua, preparación y molido de carbones -si bien también quemaba fuel-oil y mezcla de gases de horno alto y baterías de cok- todo ello para alimentar las cuatro calderas monotubulares Sulzer capaces de producir, cada una, 125 toneladas de vapor por hora a 95 atmósferas y a una temperatura de 520 grados.
Al fondo los tres grupos generadores- En primer término turbosoplante GHH
El vapor accionaba las turbinas de los tres grupos generadores de 60, 30 y 7,5 MW respectivamente. La salida de este último alimentaba a dos turbo-soplantes que enviaban aire a los hornos altos a razón de unos 150.000 m3 /hora a 2,45 atmósferas de presión. Los grupos de 60 y 30 MW generaban tensión alterna de 10.500 V y el grupo de 7,5 MW de 6.300 V.
Derribo. 2007
La central disponía de su propia estación de transformación, para elevar la tensión para el transporte, compuesta de cinco transformadores tipo intemperie de 75.000 KVA, uno de 37.500 KVA y tres de 15.000 KVA. La distribución de energía a la fábrica se efectuaba mediante dos anillos de 50 KV y 6,3 KV, para los diferentes servicios.
Las chimeneas de la central fueron un foco importante de contaminación hasta que tras una inversión de unos 50 millones de pesetas, el 15 de julio de 1965 entraban en servicio unos modernos filtros electrostáticos que hicieron desaparecer los densos humos. José Carlos para Monsacro
Las chimeneas de la central fueron un foco importante de contaminación hasta que tras una inversión de unos 50 millones de pesetas, el 15 de julio de 1965 entraban en servicio unos modernos filtros electrostáticos que hicieron desaparecer los densos humos. José Carlos para Monsacro
Aún se ve el grupo de 30 MW
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