miércoles, mayo 23, 2007

Gijón: La mina de La Camocha

Cuadro pintado por Carlos Roces, con óleo y collage de piedras


Carlos Roces Felgueroso, nos hace llegar esta información sobre la mina y el ferrocarril de la camocha publicado en Colungadigital.com. Las ilustraciones son suyas



Se inauguró el Ferrocarril Minero de La Camocha al Musel en el año 1949. El último tren del que se tiene constancia documental circuló el viernes, día 1 de Agosto de 1986.

Algunos hechos:

  • Descubierta por los Hermanos Felgueroso, en las cercanías de Gijón, Asturias.
  • Las prospecciones de la mina comenzaron a principios del siglo XX.
  • Comenzó a salir carbón después de 1930. Se vendió la primera partida en 1935.
  • Se inauguró el Ferrocarril Minero de La Camocha al Musel en el año 1949.


    EL CIERRE DEL FERROCARRIL MINERO DE LA CAMOCHA

Según datos que se conservan el Museo del Ferrocarril de Asturias, en Gijón, respecto al cierre de la línea, el último tren del que se tiene constancia documental circuló el viernes, día 1 de Agosto de 1986.

Un tren que salió a las tres de la tarde de la estación de La Camocha, con destino al parque de carbones de Aboño.


Cuadro pintado al óleo, con acrílico, piedras y polvo de carbón.


VÍA VERDE DE LA CAMOCHA


El ferrocarril minero había muerto, pero quedaba el esqueleto de sus vías. Los títulos de propiedad no estaban del todo claros. Se plantearon propuestas de transformarlo en ferrocarril turístico, pero no prosperaron.

Después de complejas gestiones administrativas, el Ayuntamiento de Gijón consigue la transferencia de la propiedad de los terrenos atravesados por las vías. En el año 1994 encarga a la Fundación de los Ferrocarriles Españoles la preparación de un Proyecto para la conversión del trayecto de las vías en lo que sería la “Vía Verde de La Camocha”.

Cuatro años después, el día 5 de Junio de 1998, se inauguraba el primer tramo, con una longitud de seis kilómetros y medio.

Se habían gastado en las obras de acondicionamiento casi setenta millones de pesetas. Según los planteamientos presentados en el proyecto, se habían aprovechado las traviesas para hacer cercas, balaustradas y señalizaciones.


Así, la senda de los raíles de hierro se ha transformado en un camino cicloturista que nos sirve para recordar el pasado minero e industrial de una zona de expansión de la ciudad de Gijón. Un largo espacio, propicio para meditar y recuperar la memoria histórica.