(Actualizado 15.10.10 ) Los años 30 fueron un hervidero de ideas y creatividad en el mundo del automóvil que la II Guerra Mundial vendría a interrumpir solo momentáneamente. La preocupación por la aerodinámica y la eficiencia energética en todos los medios de transporte se dio no solo en Europa - ya hemos hablado en estas páginas de Paul Jaray o Ferdinand Porsche - sino también en los EE.UU.
Vehículos como el Cord, y de forma muy destacada el coche Dymaxión (Abreviatura de dynamic maximum tension o tensión máxima dinámica) de Buckmister Fuller, a quien hace poco dedicábamos una reseña, son claros representantes de aquellas inquietudes y tendencias en dicho país. Por ello vamos a dedicar esta entrada a este revolucionario vehiculo.
Por cierto, recientemente se ha realizado una reproducción de este singular vehículo, realizada por Crosthwaite-Gardiner, patrocinada por Norman Foster, amigo de su creador. Este ejemplar, realizado partiendo de la únidad superviviente y de la interpretación de los planos de B.Fuller, puede contemplarse hasta el el próximo 30 de Octubre en el museo de la Editorial Ivory Press, en Madrid.
El Dymaxion fue un prototipo de vehículo sobre 3 ruedas, del que sólo se construyeron 3 unidades. Su creador aspiraba a revolucionar su tiempo:. Siendo un diseñador visionario, inventó el coche como parte de su línea de Dymaxion de los productos ( una revolucionaria casa, una proyección cartográfica singular, etc...).
Estos diseños conceptuales pretendian sentar las bases para una produccion en masa, asequible, energeticamente eficiente y con un enfoque orientado a la practicidad ( Aqui no andaba muy lejos de sus contemporaneos de la Bauhaus) .En enero de 1933, la inversión realizada por un amigo permitio a Fuller comenzar la producción de un prototipo de coche Dymaxion, mediente las recientemente comercializadas aleaciones de aluminio.
Fuller contrató a una colección ecléctica de artesanos y diseñadores para producir el coche Dymaxion, colocándolos bajo la dirección del diseñador Starling Burgess. El coche hizo uso de varias partes de automóviles ya disponibles, incluyendo un motor de Ford y un eje invertido realizado por el mismo fabricante.
En la actualidad (salvo la reconstrucción comentada) sólo se conserva una, la segunda unidad construida por encargo en 1934 y expuesta en el National Automobile Museum de Reno (Estados Unidos). De dicha unidad sólo puede ser vista la carrocería, ya que el interior estaba completamente destrozado cuando fue localizada en una granja, donde era utilizada como gallinero.
El coche Dymaxion supuso un giro radical en el diseño automovilístico. Su forma de gota optimizaba las condiciones aerodinámicas y sus tres ruedas lo hacían un vehículo ágil y manejable. La rueda trasera era la que dirigía el coche, lo que le confería una extraordinaria maniobrabilidad. Podía girar 180 grados sobre sí mismo, si bien su manejo era poco intuitivo por ser inverso al de los vehículos convencionales.
El Dymaxion, de 6 m. de longitud, y 10 plazas, estaba fabricado en aluminio, por lo que sólo pesaba 450 kg. Equipado con un motor trasero Ford V8 con tracción a las dos ruedas delanteras , alcanzaba los 120 km/h, ( ¿Con un pico de 190km/h?) y un consumo de 7.8 l. cada 100 Km. La rueda trasera actuaba como el timón de un barco, y podía pivotar 90º, por lo que el coche podía girar fácilmente sobre su propio eje.
Un accidente del primer Dymaxion durante la Feria Mundial de Chicago, el 27 de octubre de 1933, provocó la muerte del conductor y heridas graves al resto de ocupantes, lo que fue utilizado por la prensa de la época para calificar al Dymaxión como ‘el coche loco’.
Algunos sugieren que el accidente fue la razón por la que el coche nunca fue puesta en plena producción, a pesar de los intentos de Fuller para perfeccionar el diseño y hacer el coche más seguro. A pesar de que aún se harían dos prototipos más, Fuller se quedó sin de dinero y no pudo poner el coche en producción, no obstante los pedidos recibidos de Amelia Earhart, la gran heroina de la aviación, y otras celebridades de la época.
Muchos culparon entonces, (como tantas veces ha ocurrido hasta la fecha cuando se trata de innovación) a la industria del automóvil por el fracaso del coche Dymaxion, lo que sugiere que los inversores se vieron presionados a abandonar el proyecto, ya que un coche fue tan revolucionario amenazaria los intereses de fabricantes y empresas petroleras, dadas las eficiencias que presentaba en su construcción y utilización.
De hecho, dos de las tres unidades que lograron construirse del Dymaxion Car se estrellaron. La última de ellas, tras utilizarse para promocionar a los Aliados en la Segunda Guerra Mundial, pudo abandonarse en algún cementerio de coches de Kansas.
Más Información:
Pese a demostrarse que el Dymaxion no fue responsable del accidente de Chicago, se perdió el interés por la evolución de los coches con tres ruedas, y se arruinó el sueño de Buckminster Fuller.
Los Messerschmitt alemanes, Reliant britanicos y otras rarezas fracasadas habidas desde entonces han demostrado la dificultar de poner en práctica este esquema constructivo. Quizas ahora, con apoyo de la electrónica, veamos su resurgimiento ahora en motocicletas y vehiculos eléctricos.
Heinkel 1955
Los Messerschmitt alemanes, Reliant britanicos y otras rarezas fracasadas habidas desde entonces han demostrado la dificultar de poner en práctica este esquema constructivo. Quizas ahora, con apoyo de la electrónica, veamos su resurgimiento ahora en motocicletas y vehiculos eléctricos.
El Dymaxion (parece el nombre de una medicina) fué un experimento curioso,
ResponderEliminarhubo en 1903 un PEUGEOT triciclo y algún otro cuyo nombre ignoro., y pese a lo que
dice MONSACRO, el Messersmit fué un éxito en su tiempo. Por Madrid se vieron varios
(o el mismo muchas, muchas veces ?). En Alemania hizo furor. En Munich, en 1952 ví
muchos y en Ulm y en todas partes había alguno. Fué como el Trabant rojillo, su pega
era que solo tenía dos plazas en tamden y al parecer no había modo de hablar por el ruido
Acabamos de ver el comentario y matizamos. No hablamos, en el caso de los citados coches, de un fracaso comercial sino de concepto. Fueron vehiculos que se vendieron muy bien ( como el Isetta de BMW) pero que respondian a un concepto de economía constructiva que no perduró. Quizás ahora, y es tambien lo que apuntabamos, de forma paralela a la aparicíón de nuevos sistemas energéticos y una mentalidad centrada en el ahorro de combustible, puedan volver a aparecer apoyados en la tecnologia electrónica. De alguna forma, lo que B.Fuller pretendia en su época.
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