El viejo almacén de vino, de carácter modernista y declarado ‘Bien de Interés Cultural’ por el Gobierno Vasco (1999), celebra sus 100 años de existencia tras la rehabilitación de fachadas y transformación interior, que incluye la construcción de nuevos espacios bajo la supervisión del francés Philippe Starck.
Edificada entre 1906 y 1909 según proyecto de Ricardo Bastida, supuso la afirmación de una nueva idea de edificio en cuanto a su implantación, al ubicarse sobre el nuevo trazado de ciudad que nacía en esa época, y en cuanto a su construcción, dado el empleo de técnicas novedosas desde el punto de vista estructural.
El edificio, además de cumplir los requerimientos de orden funcional para los que fue diseñado, transciende del mero carácter de almacén para insertarse en la trama del ensanche como un elemento con vocación de conformar ciudad. Esta dualidad del planteamiento es patente en el mismo, pudiéndose identificar los elementos que atienden a cada uno de los aspectos reseñados.
(Fotografías: Luis Villa)
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