Oímos hablar permanentemente de como ocultar las vías de los trenes. Se alegan cuestiones funcionales, de barreras a la comunicación, de seguridad....y no se mencionan con la misma intensidad los espúreos intereses que muy a menudo acompañan o impulsan a tales iniciativas
En estos meses hemos oído hablar del soterramiento de las vías del tren en Avilés, delante del muelle , para mayor gloria y exhibición del Centro Niemeyer (¿?) o de la no realización del AVE Cantábrico en Asturias debido al deterioro ambiental ( otra vez los "oscuros" intereses agazapados, los mismos que han impedido la autovía durante años)
Ante esto se nos ocurren algunas consideraciones para que el propio lector reflexione al respecto, pues somos conscientes de que posturas como la aqui mantenidas no son usuales en el esquema de pensamiento único en el que nos movemos en los últimos tiempos.
1) El ferrocarril es patrimonio cultural, y sus instalaciones con el paso de los años adquieren tal carácter. Si desplegamos tranvías en las nuevas ciudades, les reservamos un espacio propio, presumimos de ellos, ¿ porque no cabe hacer lo mismo con el ferrocarril? El ferrocarril aporta vida y espectáculo, no lo olvidemos y en casos como Avilés, con un espacio compartido entre RENFE ( primer ramal al cantábrico) y FEVE ( Estrategicos del Noroeste) la sola presencia de la via recuerda a la ciudad su historia no tan reciente
2) En algunas ciudades de notorio pasado industrial, se realzan estas características ( Cuenca del Ruhr) no se destruyen como ocurre en otras ¿ Avilés? ¿Margen izquierda de la ria de Bilbao?. Un ejercicio de integración respetuosa y tolerante resulta mas valiosa y difícil que la simple eliminación ( y mucho más barata). Hay que arreglar y acondicionar, no destruir.
3) Existen alternativas al soterramiento. Muros vegetales, pasarelas, y otros volúmenes donde los arquitectos pueden desarrollar su creatividad. Un ejemplo sencillo de a que nos referimos se muestra en el Parque Juan Carlos I de Madrid, en la zona de paso de las vías adyacentes.
4) En paises con amplia cultura ferroviaria e industrial, como es el caso de Centroeuropa y Benelux, es corriente ver las instalaciones ferroviarias plenamente integradas en las ciudades, y son escasos los soterramientos "forzados"
El paradigma es Suiza, país ferroviario y mediambientalmente respetuoso como pocos, donde la integración ciudad/ paisaje/ ferrocarril es una seña de identidad y una carta de presentación, siendo habitualmente reproducida en postales, maquetas , etc...
Eso si, como todo en la vida "hay que hacerlo bien". El resto de la reflexión se la dejamos a ustedes.....
Hay una propuesta sólida, sensata y con un coste razonablemente asumible, que es levantar las vías. Con ello conseguiríamos evitar los accidentes peatonales, todos mortales, se permitiría el libre paso hacia la otra orilla de la ría y por otra parte veríamos pasar el tren, que no es feo de suyo, a mi me gustan los trenes. Pero a los iluminados de turno no les acaba de convencer esta propuesta, que avalan varios colectivos y técnicos, porque según uno de estos especímenes la elevación de vías traerá marginalidad a la zona. Yo insisto en esta opción, me parece la mejor.
ResponderEliminarSiempre pueden plantar aligustres debajo
ResponderEliminarSin ánimo de polemizar, solo con el afán de debatir yo creo que la idea de levantar las vías es original pero no la mejor debido al impacto visual que tendría. Si por algo es bonito Avilés a parte de por su casco histórico, es por esas vistas que nos ofrece el parque del muelle (por poner un un lugar) sobre la ría. Si se levantan las vías esta visión quedaria anulada totalmente. Para mi la solución pasa por una integración donde las vías no supongan un obstáculo como el caso de Bilbao donde el tranvía atraviesa la ciudad y hay veces que si no te pega un pitido no te das cuenta que está pasando. Se pueden establecer pantallas vegetales, poner hierba bajo las vias, incluso poner madera como el caso de Vitoria (creo que es así). Esta es mi opinión. Lo triste es que el tema está demasiado politizado y asi no hay quien debata. Soterrar puede que no sea imposbile y que fuera le mejor opción pero ¿a qué precio?. Sería una obra faraónica y aún siendo demagógico el dinero bien podria emplear en otros menesteres como rehabilitar la térmica, uy perdón que nos la tiraron a bajo. Pero si que podría utilizarse para otra cosa.
ResponderEliminarPor muy patrimonio que sea...en Langreo hay que soterrar ya. Para entrar en Valnalón, donde trabajan más de 1000 personas, o al Museo de la Siderurgia, hay que saltar las vías del tren, ya han muerto varias personas en los últimos años. Se originan unos grandes atascos y es un auténtico obstáculo para el desarrollo del barrio de El Puente, un estorbo. La estación de tren de La Felguera y Sama, así como los interesantes edificios del conjunto (cabinas, cocheras, almacenes, depósitos...)pueden ser restaurados, acondicionados e incluso mantener tramos simbólicos de vías como ocurre en Sama y Ciaño, esa es la manera de conservar el patrimonio ferroviario. Lo otro, no pinta nada.
ResponderEliminarEvidentemente los soterramientos estarán justificados en muchos casos, pero lo que aqui hemos querido plantear es la consideracion de la excepción, es decir, por estar en un casco urbano no "siempre" habrá que soterrar. Existen alternativas.
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