jueves, julio 13, 2006

Hallazgo Esqueleto 4k años en mina cobre Aramo Asturias


Fuente: La Nueva España

El yacimiento prehistórico quirosano se confirma, según Miguel Ángel de Blas, como una explotación minera sin parangón conocido en EuropaUn esqueleto completo, cuya antigüedad puede oscilar entre los 3.500 y los 4.500 años, fue encontrado ayer por el equipo arqueológico que investiga la mina prehistórica de cobre situada en la sierra del Aramo.


Bocaminas romanas o prehistoricas. Sierra del Aramo

La osamenta se encontraba en buen estado, por lo que su estudio puede suministrar información muy valiosa, además de convertirse en un vestigio totalmente singular en la Prehistoria asturiana, que apenas ha aportado esqueletos completos. Éste es el único de su época, la Edad del Cobre. La actual campaña de investigación está confirmando la excepcionalidad del yacimiento riosano. Oviedo, M. F. D.

La mina prehistórica de cobre del Aramo es un yacimiento arqueológico tan fértil como sorprendente. Lo está manifestando prácticamente todos los días de la actual campaña arqueológica, iniciada hace unas tres semanas, con la aparición de útiles de trabajo y, a veces, de restos humanos.

Pero el hallazgo que deparó ayer merece ser calificado de extraordinario: un esqueleto humano completo es algo realmente excepcional. En Asturias son escasos los fósiles humanos de época prehistórica. La muy generalizada acidez de los suelos devora los restos e impide su conservación. Sólo en zonas calcáreas es posible encontrar suelos alcalinos en los que los huesos permanezcan.

Sierra del Aramo. Al fon

Es el caso de la cueva del Aramo. Cuando fue descubierta en 1888 por el ingeniero belga Van Stralen y posteriormente explorada por sus colegas y compatriotas Dory y Villiers, encontraron, además de vestigios clarísimos de explotación en época remota, varios cuerpos humanos, que extrajeron. Pero sólo prestaron atención a sus cráneos, algunos de los cuales se conservan en el Museo Arqueológico de Oviedo.

El estudio de un esqueleto completo como el hallado ayer está destinado a suministrar información muy valiosa no sólo sobre este yacimiento arqueológico sino sobre la época. A falta de lo que digan en su día los estudios de datación, y ateniéndonos a valores medios, estamos hablando de una antigüedad de unos 4.000 años con respecto a nuestros días. En la actualidad, el yacimiento está siendo investigado bajo la dirección de Miguel Ángel de Blas Cortina, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, con quien colabora, como codirector, el ingeniero de Minas y también profesor universitario, Manuel Suárez.

Un convenio suscrito el año pasado por la Universidad de Oviedo con la Consejería de Cultura, y que cuenta con la colaboración de Hunosa y el apoyo económico de Cajastur, ha permitido dar un fuerte impulso a la investigación. En base a los hallazgos, Miguel de Blas opina que no hay en Europa ninguna mina prehistórica que reúna las singularidades de la riosana.

El yacimiento se localiza por encima del pueblo riosano de Llamo, a una cota media de unos 1.200 metros de altura, y se accede a él por caminos estrechos y pendientes en la ladera este del Aramo. Los hombres prehistóricos lo explotaron sistemáticamente entre los 2.500 y los 1.500 años antes de Cristo, utilizando técnicas cuya lógica y eficacia maravillan hoy en día.

Luego cayó en un olvido de casi 3.500 años hasta que fue redescubierto por unos ingenieros belgas que, trabajando para los propietarios de Fábrica de Mieres, exploraban Asturias en busca de yacimientos minerales. Al descubrimiento siguió la explotación, en épocas muy intensas, que se inició a finales del siglo XIX y que, con algunas pausas y cambios empresariales, se prolongó hasta mediados del siglo XX.

Vagoneta abandonada. Minas de cobre de Texeo-Rioseco.Sierra del Aramo. Asturias


Cuando se le acercaron a finales de este último siglo los prehistoriadores, estimulados por la recuperación de los escritos que había publicado Dory en su época en minoritarias revistas profesionales, tuvieron la impresión inicial de que la explotación industrial de la mina había arrasado el yacimiento prehistórico. Las últimas campañas han desmentido por completo ese supuesto. La mina prehistórica del Aramo está tan viva como reconocible en su admirable singularidad.


Huesos para la historia
Un equipo de arqueólogos halla en las minas de cobre del Aramo un esqueleto que podría superar los 4.000 años LNE. IKER CORTÉS/GIJÓN


Ha sido toda una sorpresa, casi impensable, a juzgar por las palabras de Miguel Ángel de Blas Cortina, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo: «No creíamos que a estas alturas, y despúes de su explotación, fuéramos a encontrar un esqueleto completo de más de 4.000 años de antigüedad en las minas de cobre de la sierra del Aramo».

No es la primera vez que sucede. Situado en el concejo de Riosa, el complejo de minas tiene en su haber casos similares muy anteriores al que nos ocupa. Ya a finales del siglo XIX y principios del XX, los mineros se encontraron varios cuerpos completos pero, en su momento, sólo se conservaron los cráneos, algunos de los cuales se encuentran actualmente en el Museo Arqueológico de Oviedo.

Hace un par de días localizaban a quien «presumiblemente» era un minero prehistórico. No fue por casualidad, el equipo llevaba una temporada trabajando a diario en las sinuosas galerías del emplazamiento, en arduas tareas de exploración, identificación y reconocimiento de un terreno complejo y extenso. Estaban realizando labores de desescombramiento de uno de los sectores del complejo y apareció el esqueleto.

«Era un conducto con una pendiente muy fuerte, de unos cuarenta grados, algo así como un tubo muy estrecho en el que casi ni te puedes mover». El espacio estaba lleno de restos que los mineros contemporáneos habían arrojado en su interior. «Detectamos que había vestigios históricos y que el hueco daba lugar a una galería de los prehistóricos con su propio contenido».

El cadáver estaba sepultado por escombros, en una posición vertical de difícil acceso y en un costado de la galería «probablemente algo desplazado de su posición original debido a las explosiones de barreno y el avance del escombro moderno y, eso sí, teñido de sales de cobre, como ocurre con los restos que descansan en el Museo Arqueológico de Oviedo», describe el arqueólogo.

Conocida la datación de las localizaciones en las que fue encontrado y aún sin haber hecho la prueba del carbono, Cortina calcula que el esqueleto tiene entre 3.800 y 4.600 años de antigüedad. Aún así no descarta que alguien introdujera el cuerpo mucho después, «pero es muy poco probable».El hallazgo es sólo la punta del iceberg. Lo que queda ahora son años y años de trabajo entre diferentes disciplinas.

«Nosotros no podemos dar ningún dato más sobre el muerto. Lo tenemos que poner en manos de expertos en antropología física». Ellos serán los encargados de descubrir si los restos pertenecen a un hombre o una mujer, si era alguien joven o anciano, si era alto o bajo, musculoso o débil y si tenía alguna enfermedad. Lo que sí indica Cortina es que «aparentemente, el cráneo no ofrece ninguna lesión visible aunque eso no quiere decir que no tuviera otro tipo de lesiones».

Esto hace pensar a los expertos que no murió en la mina. «Parece, más bien, que llevar los cuerpos allí era un rito cultural, una ceremonia que deja ver la relación de los mineros con la mina y sus creencias». Un ritoLo cierto es que se han encontrado más de 26 cuerpos en la sierra del Aramo y todos los estudios «demuestran que no son accidentados, sino que los abandonaban en zonas de las minas que ya habían sido explotadas y estaban vacías».

Por otro lado, las minas prehistóricas y de metal no son como las de carbón, son estructuras estables en las que ni siquiera hace falta poner sistemas de entibados para que se mantengan. Si a eso se suma que en las minas prehistóricas de cobre halladas en el resto de Europa -la de los Alpes austríacos o la irlandesa- no ha aparecido ningún esqueleto, «podemos concluir que era un rito característico de la parte cantábrica», añade.

Habrá que esperar, por tanto, un tiempo para conocer qué da de sí el hallazgo, aunque el arqueólogo apunta a la primavera para mostrar la datación exacta de estos restos obtenidos en un complejo minero que, en su opinión, «es excepcional ya que tiene un grado de conservación único».


Más información:

1 comentario:

  1. Anónimo12:24 p. m.

    Es una lástima la nula publicidad a este descubrimiento en este magnífico paraje: seria una buena promoción para el turismo de calidad de todo el planeta y una buena entrada de dineros para esta absoluta tierra Asturiana. Saludos, enhorabuena, ánimo y gracias por la publicación.

    ResponderEliminar