viernes, julio 21, 2006

El alcalde de Riosa plantea un complejo turístico en el poblado minero de Rioseco

Miguel Ángel de Blas destaca la extensión de la mina del Aramo como un caso excepcional en la explotación de metales de la península IbéricaOviedo, M. S. MARQUÉS Fuente: LNE

«El yacimiento de la mina de cobre del Aramo va a deparar grandes sorpresas». Así lo cree el alcalde de Riosa, José Antonio Muñiz, que ayer planteó la adquisición del poblado minero de Rioseco para desarrollar un complejo turístico y museístico vinculado a las minas prehistóricas de cobre.

Muñiz afirmó que existe un acuerdo tácito con los propietarios para adquirir las viejas instalaciones. El proyecto incluiría la mejora de la carretera que une Llamo con Rioseco para posibilitar los accesos.

La iniciativa que propone el Alcalde está vinculada a los recientes hallazgos en la mina prehistórica del Aramo adelantados la pasada semana por LA NUEVA ESPAÑA. Los responsables de la excavación, el catedrático de Prehistoria Miguel Ángel de Blas y el ingeniero de Minas Manuel Suárez, presentaron, junto con el director de Cultura, Carlos Madera, los resultados de la campaña que acaban de concluir en la mina de Riosa, una explotación vigente entre el 2.500 y el 1.500 antes de nuestra era.

Caso excepcional en la minería de metales de la península Ibérica, la mina del Aramo presenta una extensión inusual que la convierte en una de las mayores de Europa. Con una superficie próxima a los mil metros, los trabajos desarrollados en los últimos años posibilitan conocer la entrada de los mineros a través de dos galerías de unos doscientos metros de longitud. La distancia entre la cota superior e inferior de la mina es de unos 125 metros.

Tanto Miguel Ángel de Blas como Manuel Suárez subrayaron la dificultad e incluso el peligro que entraña la excavación en el interior, con paredes de fuertes pendientes. Precisamente, junto a una de esas paredes se localizó el esqueleto completo de uno de los hombres que trabajaron allí hace más de 3.000 años.

La datación exacta de los restos es, junto con otros estudios antropológicos, una de las cuestiones pendientes. De momento, el esqueleto está envuelto y guardado convenientemente con todos sus sedimentos milenarios. Serán ahora los expertos en antropología física los que darán la información que permita saber parentesco, sexo, edad, patologías y hasta si padecía la hipertrofia del picador.

De Blas adelantó que los primeros signos indican que parece tratarse de un joven robusto, pero se necesitarán años para conocer todos los detalles. Para Manuel Suárez uno de los puntos interesantes de los hallazgos son los sectores que se conservan intactos y permiten conocer cómo se desarrolló la minería prehistórica. La excavación está financiada por la Consejería de Cultura y Cajastur, con apoyo técnico de Hunosa.

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