lunes, noviembre 19, 2007

Avilés: El Tendal de Ribera

Información extraida del web de ACCION, Amigos del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, colaborador de esta página

Hay cosas que nos pertenecen, que forman parte de nuestra historia y sin embargo no entrarán nunca en el catálogo patrimonial. Son basura, desperdicio industrial, simples y triviales objetos que produce la sociedad, parte de la escatología que el progreso imparable de la civilización deshecha en su frenética actividad. Son cacharros, naves derruidas, chimeneas, muros, pedazos de artefactos que se quedan olvidados en la calle y a nadie le importan. No desaparecen porque cuesta más destruirlos, reciclarlos o transportarlos a un vertedero. En un mundo donde todo parece tener sentido y función, estos resquicios industriales parecen fantasmas que van desapareciendo lentamente de nuestra mirada.


Una de estas cosas que difícilmente llegará a adquirir el valor de patrimonio, discurre en paralelo a la ribera de río, son ocho columnas de cuyas catenarias colgaban en su día las líneas del tendido eléctrico que proveía a ENSIDESA de energía. Este vestigio se descolgaba a lo largo de 666 metros, desde el antiguo hospitalillo de la empresa hasta la zona de la desaparecida Escuela de Aprendices, donde hoy se localiza la escultura conmemorativa de Mojardín. Este tendido estaba soportado por ocho postes de hormigón armado que hoy despojados de cables, cerámicas aislantes y catenarias, no cumplen más misión con el entorno, que la de servir de soporte transitorio a las cansadas aves.

Tendal de Ribera es una propuesta expositiva para aprovechar el soporte que ofrecen ocho postes del tendido eléctrico abandonados en las orillas de la zona alta de la ría de Avilés. Tendal de Ribera no trata, ni pretende recuperar los ocho soportes del tendido eléctrico, como algo valioso en si mismos, no alcanzarían la valoración de singularidad, no representan un gran logro técnico, a pesar de ser viejos, fuertes y altos.

El proyecto se inspira en el arte povera y pretende dar uso a esos abandonados postes de hormigón. Nuestra misión es otra, buscarles una utilidad como soportes artísticos y detener su plácido retiro de vejestorios industriales, para convertirlos en el Tendal de Ribera.

En la construcción de catenarias, la matemática presta su lenguaje para diseñar las líneas colgantes, hoy pretendemos transformar ese lenguaje y utilizar la líneas como un tendal de reproducciones impresas de obras de arte en soportes plásticos transpirables.

La utilidad de esos soportes puede responder a un programa establecido y diseñado por los responsables, que contemple desde las presentaciones de los programas expositivos del Centro Niemeyer, hasta exposiciones diseñadas ex profeso. //SEGUIR LEYENDO

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