Hemos recogido un extracto, cortesia de la pagina Turismobarruelo.com , pudiendo descargarse el texto completo del artículo al final de este post
Ilustraciones digitales procedentes de la exhibición multimedia ubicada en el Museo de la Minería de Barruelo de Santullan
El problema de los desagües en la minería
Las explotaciones mineras se han enfrentado tradicional mente a diversos
problemas, como la fortificación de galerías. la ventilación o el arrastre del mineral.
El desagüe de aguas subterráneas fue un verdadero quebradero de cabeza para los
responsables de las minas. La evolución tecnológica ha aportado constantemente nuevas
soluciones a estas dificultades, aplicando mejoras que han convertido las labores
mineras en una tarea más eficaz, y segura.
Los métodos de extracción de aguas subterráneas no han sido ajenos a estas
mejoras, se puede apreciar una gran evolución desde el sistema de tornillos de
Arquimedes. utilizado por los romanos, hasta las potentes bombas que se emplean en la
actualidad.
En este recorrido por la historia de la minería española, merecen un capítulo
especial los sistemas implantados en las históricas minas de cinabrio de Almadén.
Mariano Zuaznavar, su creador
A mediados del s. XIX se sustituyó este sistema por otro de bombas aspirantes,
accionadas mediante un balancín, que movía un émbolo. En 1870 estas minas seguían
experimentando con nuevas bombas, aunque sin mucho éxito. Se llegó, incluso, a
aplicar la fuerza animal, en la bomba construida por Francisco Pellieur.
El gran salto tecnológico se produjo a comienzos de 1783 cuando Tomás Pérez
propuso como posible solución al problema la instalación de máquinas de vapor. En
1786 viajó a Inglaterra donde adquirió tres bombas del tipo Boulton-Watt. De los tres
artefactos solo uno se empleo en estas minas y no fue hasta 1805 que funcionó a pleno
rendimiento' '.
A problemas similares debieron enfrentarse los yacimientos de galena de
Linares, vitales para el estado por la gran importancia del plomo en la elaboración de
munición. Estas explotaciones, abiertas desde época romana, siguieron una evolución
similar a las de Almadén con la introducción de malacates movidos por animales para el
desagüe y una temprana introducción de la máquina de vapor de balancín con
tecnología Cornish, muy parecida a las utilizadas en la región inglesa de Cornwall.
Actualmente se conservan importantes restos de los edificios que albergaron estas
máquinas.
Los desagües a las minas de carbón de piedra españolas presentaron ritmos
distintos a los de otras explotaciones, al tratarse de una minería tardía. Gran parte de los
principales yacimientos de hulla, en el siglo XIX se descubrieron en zonas de escarpada
orografía, sobre todo en la Cordillera Cantábrica. Resultaba más económico comenzar a
extraer las reservas situadas en las laderas de las montañas, por encima del nivel de las
aguas.
En este tipo de explotaciones el problema del desagüe no supuso un escollo
insalvable ya que el agua se canalizaban de forma natural y salía al exterior por la
galería situada en el nivel más bajo de excavación.
Pocas fueron las cuencas de carbón que debieron construir pozos verticales j
atacar las reservas por debajo del nivel de las aguas. Son contados los casos de pozos
maestros anteriores al siglo XX como los de Villanueva del Río en Sevilla, donde las características del yacimiento no permitieron otro sistema para la extracción del carbón.
En Asturias en las minas de Arnao en Castrillón, al lado del mar. en la década de 1850.
en León, en la cuenca de Valderrueda se perforaron dos pozos de reconocimiento que
no llegaron a extraer mineral. En Patencia, en la cuenca hullera de Barruelo y Orbò se
perforaron tres pozos maestros hacia 1874; Bárbara, Jovita y Rafael.
Estas últimas explotaciones, al contrario que otras cuencas, hacia 1875 contaron
con un gran desarrollo tecnológico impulsado, entre otros motivos, por la ventaja de
haber solucionado en 1864 el problema del transporte hasta los mercados con la
construcción de un ramal ferroviario. Estas minas fueron pioneras en lavado y
aglomeración de carbón y en la utilización de un sistema Je transporte por medio de
planos inclinados .
Dos eran las grandes empresas que se habían asegurado por aquellos años las
concesiones de la cuenca del Rubagón: la Sociedad Esperanza de Reinosa y CG HH.
del Norte de España. Estas compañías, en 1882. ocupaban el segundo y tercer puesto en
el ranking de producción de carbón en la península con 150.000 t. y 137.000 t.. La
fábrica de Miercs con una producción de 160.000 toneladas de carbón al año ocupaba el
primer lugar °'
El pozo Bárbara, situado próximo al río Rubagón, muy cerca de la estación de
ferrocarril, pertenecía a la Cía. Norte, tenía una profundidad de 90 metros y desde 1873
rae utilizado para reconocer el yacimiento. Desde un castillete de madera se conseguía
el desagüe por medio de cajas con válvula. Hacia 1883 se reformó todo el pozo y se
importó desde Bélgica un hermoso castillete metálico. Se compró para el desagüe una
bomba que fue instalada al lado del pozo, mientras las dos calderas para producir vapor
se colocaron en la superficie, el agua ascendía por una tuberia de sección circular.
El tipo de bomba es el llamado "aspirante impéleme de conexión directa (...) fa fuerza de
¡a máquina motriz horizontal es de 60 caballos y en 12 horas puede elevar 930 metros
cúbicos" 1 . La bomba fue fabricada en Alemania en los talleres de la Sächsische
Machinenfabrik Zuchemmitz.
En 1887 cesó la actividad a causa de las filtraciones del rio y la incorrecta construcción de la sección del pozo, entre otros motivos
Canal de la mina de Horsley. Reino Unido
Zuaznávar v el canal de Orbò. El trasporte nor vías acuáticas, una solución
diferente
En enero de 1879 muere en Madrid Rafael Gracia Cantalapiedra y se hace cargo
de la dirección de las minas de Orbò Mariano Zuaznávar y Arrascaeta. El nuevo
responsable elaboró una serie de proyectos encaminados a la mejora de las minas. Por
una pane introdujo nuevos sistemas de aglomeración de menudos y por otra constáis"
varios tranvías y planos inclinados destinados a la rentabilización del transporte Otra de las preocupaciones de Zuaznávar rue completar las obras iniciadas por Cantalapiedra en los nuevos pozos en un momento en el que las minas de montaña
comenzaban a dar síntomas de agotamiento.
Con los nuevos niveles los talleres estaban cada vez a mayor profundidad por lo
que se acentuaban problemas como la extracción del mineral, la ventilación en galerías
y tajos o los desagües. La solución más habitual a estos problemas consistía en
incorporar nuevas máquinas de extracción más potentes y rápidas. Esta medida
implicaba ciertos inconvenientes como la necesidad de preservar zonas de carbón que
no se extraían y funcionaban como macizos de protección que evitaban la filtración de
las aguas. Zuaznávar, que había realizado las prácticas en Almadén, tras acabar sus
estudios de ingeniería en la escuela de minas de Madrid, conocía este tipo de sistemas
tanto en la teoría como en la práctica.
Aunque también era consciente que en otras minas fuera de España varios ingenieros habían solucionado problemas similares medíante la creación de galerías de desagüe o de canales acuáticos. Algunos de estos casos sirvieron de modelo en muchos de los manuales mineros, como el de Malo de Molina, que años más tarde escribió sobre las obras de las minas de Hartz en Alemania las de Chansthal y la Silesia baja que construyeron galerías de transporte por agua. En Walkdemoor Inglaterra se construyeron canales subterráneos que enlazaron con otros de exterior. Y también hace referencia a la hullera de Worsley donde "Hay tres calerías de. navegada a tres niveles diferentes, de ios que solo el central es el que se prolonga por la superficie, reuniéndose en el !os productos transportados por todos ellos"
Poco después de visitar el canal subterráneo de Orbò, Becerro de Bengoa, posiblemente informado por Zuaznávar, recogió en un articulo otros casos que pudieron servir de modelo a la obra palentina. "El túnel minero de Schimnitz en Hungría, formado la galería José II. se empezó a perforar hace ciento dos años en las inmediaciones del pueblo de Voznitz. Tiene 16 54H metros de longitud. j de alto y 2 deancho. El tercio inferior sirve de cauce al desagüe natural de las minas y por encima se arrastran los minerales en una plataforma. (...)
Para la realización de vías acuáticas era necesario un suelo sin filtraciones y que no discurriesen cerca de labores antiguas. Zuaznávar después de realizar un completo estudio constató que Orbò podía considerarse un espacio idóneo para construir una obra de este tipo. Como el propio Zuaznávar escribió: ""Y entonces fue cuando la conveniencia, mejor dicho, la necesidad obligó al ingeniero que firma estos renglones a idear el canal Subterráneo "
Lo que comenzó como una galería de desagüe, después de detallados estudios topográficos y geológicos, se convirtió en un canal con rasante horizontal que. según Zuaznávar. solucionaría los principales problemas de las explotaciones subterráneas en Orbò. A su función de desagüe se le sumó la de medio de transporte al habilitarla para la navegación de chalanas cargadas de carbón. Senta también de galería de ventilación creando una corriente de aire entre el pozo maestro y el canal, que daba salida al peligroso grisú. Para aprovechar la caída de las aguas se instaló un gran aparato hidráulico que elevaba los escombros, el agua y la hulla, función que antes realizaba un pequeño locomóvil instalado en el brocal del pozo. La construcción del canal convertía en innecesarios los macizos de protección y el carbón extraído de estos macizos serviría para sufragar gran pane del costo de las obras.
La obra técnicamente era viable y las mejoras que reportaría parecían demostradas, quedaba por realizar un estudio económico y convencer a la Junta de la empresa que la tuerte inversión seria amortizada en el futuro gracias al descenso en los costes finales del carbón. También había que tener en cuenta el prestigio que una obra de estas características aportaría a las minas de Orbò, a la Compañía y al autor.
Construcción v funcionamiento del canal subterráneo de Orbo (1879-1884)
La obra diseñada, proyectada y dirigida por Zuaznávar consistió en una galería
de dirección de 1.775 metros que partiendo desde la caldera del pozo Rafael, a 112
metros de profundidad, aprovechó "un suelo compacto, resistente e impermeable compuesto de arcillas pizarrosas". El canalpasaba bajo un valle de pequeña pendiente y terminaba a escasa distancia de la linea deferrocarril que unía Barruelo con Quintanilla de las Torres.
SEGUIR LEYENDO ( Descargar original)
Consultar enlaces de interés sobre "patrimonio industrial y arqueología industrial"
Votar noticia en ¡Meneame!
Technorati Profile
No hay comentarios:
Publicar un comentario