ACTUALIZADO 27.8.10 VER FOTOGRAFIAS
Días atrás pudimos visitar el Salto de Salime, "presa" del principal embalse del Rio Navia. Esta obra es ampliamente conocida por su diseño arquitectónico y escultórico, obra de Joaquín Vaquero Palacios, así como por los conocidos murales de su sala de turbinas, obra del anterior y de su hijo; Joaquín Vaquero Turcios.
Mural con boceto de remate ( no ejecutado)
Modelo de remate conservado en el interior de la presa
Grupo escultorico del acceso, mostrando el diseño y ejecución de la presa
Restos del Teleferico
La propia historia de la construcción de la presa, la dimensión del proyecto para la época y el impacto que tuvo en el entorno, son aspectos destacados de esta obra en los cuales merece la pena detenerse para comprender como se desarrollaron tras la Guerra Civil las primeras actuaciones de envergadura en materia de infraestructuras.
Realizada con una gran escasez de medios (los planos y apuntes que ilustran esta entrada son buen ejemplo de ello), exigió burlar el embargo impuesto por la ONU, siendo importadas las turbinas desde el Reino Unido. En cuanto al proyecto del teleferico erigido desde Navia, clave para su construcción, se encomendó su diseño al gabinete italiano especializado Cereti-Fanfani.
Apertura de la presa. Se realizo parcialmente, entrando en servicio las turbinas paulatinamente
Finalmente trabajaron en la presa unos 3.500 trabajadores, incluyendo campesinos proletarizados procedentes de la región, así como personas del resto de España. De estos fallecerian 100 en las obras de construcción, tragedia humana del que da cuenta el fresco de la sala de turbinas.
Perfil del Teleferico: Ver Fuente
Varios son los aspectos que destacan de esta obra cuya construcción se inició en 1946, siendo inaugurada en 1954:
Perfil de la Presa. Ver Fuente
- La obra arquitectónica y escultórica representada por el acceso a la presa, los alojamientos de la maquinaria de las compuertas, los remates de la presa - finalmente no construidos - en base a dos esculturas gigantes representando un ave de la zona y la ordenación del espacio interior, destacando la original "sala de descanso" (Imaginense "Tintin en la Luna")
El conocido fresco de la Sala de Turbinas relatando la historia del Salto. Desde el descubrimiento del lugar y aprobación del proyecto, pasando por el diseño, la construcción, muerte de trabajadores que participaron en la obra y la emigración de la gente del lugar, concluyendo finalmente con los usos de la electricidad producida.
Fotografia de la presa en la actualidad
Mirador de La Ballena, frente a la presa
Remate del alojamiento de la maquinaria de las compuertas
La infraestructura de construcción, destacando el teleferico desde Navia que habría de aportar el clinker para la elaboración del hormigón a pie de presa y las carreteras que fue necesario abrir, los poblados que fue preciso construir para alojar a los trabajadores de la presa, los mandos y sus familias.
Visión general de los murales de la sala de turbinas
- El impacto social, el despoblamiento del valle donde se asienta con perdida de poblaciones y tierras, así como sus beneficios para la zona en contrapartida
En resumen, aqui solo pretendemos hacer una reseña de esta obra pero sugerimos a los interesados en profundizar, consulten la magnifica monografía escrita por la profesora Natalia Tielve, (Ediciones INCUNA) o consulten la página dedicada a esta presa en Wikipedia, donde se recogen diversos datos y enlaces de interés.
Agradecemos a las personas de la empresa que nos acompañaron en la visita su amabilidad y el tiempo que nos dedicaron, así como sus interesantes explicaciones, algunas de las cuales no suelen venir en los libros. Como siempre decimos. Merece la pena la visita.
Instumental original (English Electric) aún en funcionamiento
Más información:
- Planos de la Construcción. Web de Alfonso Gonzalez Vespa
- La ruta del Kilovatio
- Concejo de Grandas de Salime (Wikipedia)
- El pantano (Vivir Asturias)
- Video de la Construcción
- Fundación Parque Histórico del Navia
- Teleferico: Iniciativas para su recuperación / Teleferico del Espin / Historia y trazado / Historias personales
- Wikipedia
Sección del mural con autoretrato de los autores
De la LNE
ResponderEliminarPILAR RUBIERA
El 29 de junio de 1955 Joaquín Vaquero Turcios, entonces estudiante de arquitectura, de 22 años, se enfrentó a una enorme pared de 60 metros de longitud. La central eléctrica de Grandas de Salime fue un proyecto realizado en colaboración con su padre. Joaquín Vaquero Palacios había recibido en Roma el encargo de Hidroeléctrica del Cantábrico y de Electra del Viesgo de proyectar la arquitectura y la decoración del salto eléctrico. La clave era combinar la ingeniería con la arquitectura, la escultura y la pintura. Una obra faraónica. Colgado sobre una plataforma sostenida por cuerdas, siempre en movimiento, de la que tenía que descender cada poco tiempo para observar la obra, comenzó su trabajo. Traía unos bocetos abstractos muy pensados. Pintó el mural y lo borró.
Cuarenta y seis años después, en octubre de 2001, cuando se enfrentó a la restauración del mural, finalmente titulado «La electricidad y el trabajo», relataba a LA NUEVA ESPAÑA por qué había decidido modificarlo: «Llevaba aquí unas semanas viendo y viviendo la emocionantísima epopeya de la construcción de la presa; el espectáculo de la obra y el paisaje, los barrenos, las aguas, las rocas y, sobre todo, esos ejércitos de hombres que trabajaban en la obra, el poblado en el que vivían los trabajadores, los bueyes que arrastraban los castilletes, todo con medios primitivos. Era como la construcción de las pirámides, y me dije, tengo que contar eso. Y me puse a pintarlo de nuevo».
Ese mural, en el que están algunos de los hombres y mujeres que participaron directa o indirectamente en la obra, y algún otro trabajo, como la pintura de un mapa de Asturias, lo vinculó para siempre a Grandas. En agosto de 2006 Grandas de Salime lo honró concediéndole el título de hijo adoptivo del municipio y entregándole la medalla de oro. «Hoy se cumple mi destino y mi deseo de ser de Grandas. Ya soy, como he dicho, el niño adoptado y el más vieyu del lugar. Me siento muy emocionado y trataré de merecer cada día este honor que me hacéis», declaró un emocionado Vaquero Turcios.
Al pintor, escultor y arquitecto le acompañaban su esposa, Mercedes Ibáñez, quien había viajado por primera vez a Grandas, embarazada, y dos de los cuatro hijos del matrimonio, Juan y Tomás.