jueves, marzo 06, 2008

Aviles: El Martinete de Villalegre


Representación idealizada por Jesús Antonio González Calle, historiador y
estudioso del tema

Entre lo que en la actualidad es el poblado de Llaranes construido en su día por ENSIDESA y las ruinas de la azucarera de Villalegre, se construyó, en los años de 1970, el denominado barrio de La Espina. En esa zona existió una cobrería y un martinete del que todavía quedan algunos vestigios y en recuerdo la calle principal de la zona se denomina Calle del Martinete

Parece ser que la cobrería o martinete de Villalegre -aquí existe un sensible contencioso sobre donde empieza Villalegre y donde termina Llaranes- explicado de otra forma más equitativa sería que estaba situado entre Castañéu de Zaldúa (Villalegre) y La Espina (Llaranes). La cobrería fue fundada sobre 1753-1755 por Diego Benítez Gutiérrez y constituyó una de las más importantes industrias de Avilés hasta finales del XIX en que dejó de funcionar después de haber pasado por múltiples propietarios. Dentro de esta finca se hallaba, por un lado, la cobrería, y por otro, la casona de los dueños.

La casona del martinete disponía de capilla adosada y se cuenta con unas vivencias contemporáneas en la persona de D. José Ramón Cueva –habitual colaborador de La Nueva España- que es nieto de doña María de la Encarnación Rodríguez de la Flor Rodríguez Villamil y Valdés, una de las últimas propietarias de la casona, y que escribió sus recuerdos infantiles sobre las temporadas veraniegas pasadas en la misma en varias ocasiones, en la prensa local. La capilla sufrió el robo de los ornamentos sagrados en 1919 y posteriormente, al igual que otras muchas, fue quemada durante la Guerra civil de 1936 por lo que se perdieron todos los elementos de su interior.

La casona del martinete

La casona del martinete fue expropiada en el año 1972 por el Ayuntamiento de Avilés y sobre su solar se construyó el colegio denominado en la actualidad Apolinar García Hevia, concretamente su zona deportiva. De la casona, y por iniciativa del entonces alcalde Fernando Suárez de Villar y Viña, se recuperó un curioso escudo que hoy en día está adosado en el lateral izquierdo del edificio del Ayuntamiento.




Escudo recuperado


El diseño de este escudo parece ser, según nos contó en una conferencia Jesús Antonio González Calle, no corresponde a los cánones heráldicos y que tal mezcla de blasones, correspondientes algunos a diferentes familias, podría responder a la imaginación del cantero o de la persona que lo encargó.


Emplazada la cobrería a pocos metros del cauce del río Arlós se supone que se le haría llegar el agua para mover la rueda hidráulica del mazo por medio de un caz desde aguas arriba de la instalación, pero de esto no parece existir resto alguno visible.

Acuarela de José Ángel de Río Gondell




Aparte del escudo queda en pie, además de algunas porciones de los muros, lo que podría haber sido el edificio principal o la nave de la fundición en donde se aprecian dos arcos tapiados que pudieron formar parte de los dos hornos de reverbero. El edificio aun es utilizado como vivienda enclavada en una pequeña finca cerrada y conserva un original y poco frecuente óculo de forma ovoide.



Estado actual del edificio de la cobrería



Detalle de los hogares

El edificio y la finca están plenamente visibles desde la senda que corre paralela a la margen izquierda del río Arlós a la altura de las canchas de tenis de La Toba.
Detalles históricos más exhaustivos se pueden encontrar en varias páginas de la red basados en los trabajos del ya citado historiador Jesús Antonio González Calle.
Este modesto artículo solo ha pretendido aportar algunas imágenes actuales menos conocidas.





José Carlos, para Monsacro



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