sábado, mayo 19, 2018

La pasarela del Nalón, en el tejado del Principado


Esquema del trazado de la pasarela (Rafa Balbuena sobre © Google Earth)

Se cumple un año de la nueva puesta en marcha de la infraestructura de unión entre La Arena y San Esteban, que en 2010 fue retirada a última hora de los presupuestos autonómicos El viejo anhelo de cruzar a pie la desembocadura del Nalón a través de un puente, varias veces planteado y otras tantas desechado, cumple ahora un año de su recuperación, esta vez con visos razonables de materializarse.

En marzo de 2017, la Consejería de Infraestructuras anunció la adopción de un crédito extraordinario destinada a ejecutarlo en 2018, retomando una medida que en 2010 se quedó a las puertas de la ejecución, pero que a día de hoy, en mayo de 2018, aún no tiene fecha de comienzo fijada.

El proyecto actual, según Fernando Lastra, consejero de Infraestructuras del Principado, sigue su curso trazado y una vez se actualicen y aprueben los detalles de la obra será necesario hacer la tramitación de impacto ambiental, “lo que no es una excusa, es una condición previa para poder acometer las obras".


En la Junta General, a pregunta de la diputada del PP Carmen García de la Mata, Lastra reconoció que por ahora no hay financiación para ejecutar los trabajos ni plazo cerrado, instando para ello a "buscar una solución entre todos", en alusión a la aprobación por la Junta General de la prórroga de los presupuestos anuales que permita acometer la obra.




Proyecto presentado en la EXPO ’92 de Sevilla (© Gobierno del Principado de Asturias)


La espera, previsible en la actual coyuntura, no ha hecho olvidar el jarro de agua fría que supuso para
los vecinos de San Esteban y La Arena el fiasco de las obras de 2010. Ilusionados ante la que iba a ser la primera gran inversión en infraestructuras que recibían en muchos años, aquello quedó como otro capítulo que sumar a un prolongado ocaso de la comarca que incluía la emigración juvenil, el envejecimiento generalizado del padrón y la drástica reducción de la actividad comercial, industrial y portuaria que décadas atrás había significado una enorme prosperidad para ambos núcleos.

En esta tesitura, la medida anunciada el año pasado por Infraestructuras fue saludada con entusiasmo por numerosos vecinos de La Arena y San Esteban, que ya habían emprendido movilizaciones y creado una página en Facebook con este motivo, a día de hoy muy activa y en la que figuran los avances en el desarrollo del proyecto y las distintas iniciativas destinadas a su promoción.

El optimismo ha renacido, aunque moderado, y todos los implicados observan que la pelota está en el tejado del ejecutivo autonómico, cuya última reunión de trabajo con los alcaldes de Soto y Muros tuvo lugar hace en octubre pasado. A lo allí hablado el pasado otoño remiten ambos regidores, a la espera de que se resuelva el escollo presupuestario para que arranque el proceso de licitación y se decida si se conserva el proyecto de obra de 2010 o se elige otra de las tres opciones barajadas entonces.


Planos del proyecto previsto en vigor © nauticosanesteban.com


La elección, una vez aprobado el presupuesto, consistiría en optar por uno de los tres proyectos viables:

Un puente rotativo,Uno atirantado o Uno levadizo/abatible.

De momento, todo apunta a que será esta última la que se presente como opción inicial, toda vez que fue la estructura levadiza la que en 2010 constituyó el proyecto súbitamente abortado. De la Expo'92 a hoy.

La propuesta de un puente que cruzase el tramo final de la ría del Nalón se remonta a 1992, cuando se anunció a bombo y platillo durante un acto institucional celebrado en el Pabellón de Asturias de la Expo'92 de Sevilla. Terminados los fastos, la promesa quedó aletargada para resurgir en otra vez 1999, quedando al poco de nuevo en el limbo. Ocho años después la noticia volvió a saltar a los medios con fuerza, cuando la Consejería de Infraestructuras, entonces dirigida por Francisco González Buendía, presentó tres proyectos diferentes para su licitación.

Esta etapa tuvo su culmen en marzo de 2010, cuando las autoridades acudieron a los pantalanes de La Arena para anunciar in situ lo que entonces era "el proyecto definitivo", cuya ejecución llegó a ser concedida a la empresa Integra Ingeniería SL. Al poco, la partida presupuestaria fue cancelada por el Principado, razonando la decisión por los recortes económicos derivados de la crisis. Optimismo y prudencia En esta tesitura el alcalde de Soto, Jaime Menéndez Corrales, recalca que "desde los Ayuntamientos siempre hemos hecho nuestro papel, que es el de apoyar, porque la competencia, el proyecto y la ejecución corresponde y ha correspondido en todo momento al Principado".

Por ello el regidor considera que "no puedo hacer más valoración que la de reafirmarme en lo ya dicho, sin añadir más", aunque concediendo que "esta vez hay motivos para el optimismo, sí, pero siendo prudentes", recalca. Carmen Arango, su homóloga en Muros, es del mismo parecer. "En 2010, por la crisis y los recortes, el proyecto se cayó de los presupuestos dos semanas antes de su publicación en el BOPA, de modo que aunque esta vez parece que la pasarela va a ser construida, efectivamente tenemos que tener un poco de cautela".

En la última reunión con el Consejero de Infraestructuras y el Presidente del Principado, la postura del gobierno autonómico "sigue siendo de compromiso total con la obra", señala Arango, si bien "los proyectos tienen que ser revisados y actualizados, sería una inconsciencia aprobar una obra sin comprobar cómo está el entorno y si hubo algún cambio en el suelo de la ría", aclara la alcaldesa. "Yo noto optimismo e ilusión entre los vecinos, aunque también hay quien no ve bien la existencia de la Pasarela".

Es lógico, "nunca llueve a gusto de todos", añade Carmen Arango. Esas dudas vecinales apuntan sobre todo al impacto negativo que pueda tener un puente sobre la pesca, el equilibrio ecológico y el tráfico portuario, que en los últimos veinte años se ha reducido enormemente en San Esteban. "La prioridad de la obra es que no cause problemas a la entrada y salida de barcos en San Esteban, porque invertir en una obra que acabe con la utilidad de un recurso como el puerto sería absurdo", concluye.

El proyecto de 2010 El diseño propuesto en 2010, que fue sobre el que se basó el proyecto de obra aprobado por el Principado y que se suspendió ‘in extremis’, contemplaba una pasarela peatonal en curva, sustentada por siete pilastras y con un dispositivo abatible que permitiera el paso a embarcaciones de gran eslora y alta capacidad de carga hacia el puerto de San Esteban (el de La Arena no dispone de calado suficiente para cargueros y buques grandes).

Este tramo levadizo estaría ubicado cerca de la orilla occidental, donde la ría tiene más profundidad. Ahora bien, han transcurrido ocho años desde entonces, y aunque se han efectuado varios dragados en este área, el caudal del Nalón ha experimentado las correspondientes crecidas y arrastrado con ellas toda clase de sedimentos, por lo que el nivel de colmatación en el fondo de la ría es un hecho que necesita ser medido y valorado a la hora de actualizar este proyecto.

Al margen de una necesaria revisión de este y otros detalles, cabe pensar como punto de partida en nuevos dragados que permitan los máximos posibles de profundidad desde la superficie al lecho del suelo de la ría, a partir de las cotas máximas y mínimas de marea. Y tampoco hay que olvidar que el Nalón ha saneado sus aguas de modo considerable en todo este tiempo, con lo que el aumento de fauna y flora en su entorno requiere revisar las condiciones de respeto del equilibrio ecológico.

Y sobre todo, atender a la fluctuación en la población de angulas, un activo económico de la zona en la que la obra, sin duda, influiría de modo directo, requiriendo cuidados extremos en su desarrollo y acabado que minimicen su impacto a este respecto.

En cuanto a la ubicación de la pasarela, independientemente del modelo técnico elegido, su punto de arranque estaría situado, desde la orilla de Muros, en las antiguas tolvas del puerto de San Esteban, aprovechando la escarpada de las curvas de nivel para ganar altura desde el primer momento, conservando la mayor horizontalidad posible en su recorrido.

El arco trazado se adelantaría varios metros en dirección norte, dibujando una curvatura suave, y culminaría en la orilla de San Juan de La Arena a la altura de la marina seca del puerto deportivo de la villa. A partir de ahí, otros dos tramos rectos de rampa en descenso salvarían la altura con el suelo, desembocando frente a la rula, en la zona verde a la que da la plaza de Casimiro Vega.

En total, y según el modelo previsto hasta este momento, el dispositivo sumaría unos 360 metros de trazado total, de los que 160 estarían situados sobre las aguas de la ría.


ESTE TEXTO ES UNA AMPLIACIÓN SOBRE EL REPORTAJE ORIGINAL, PUBLICADO EN LA INFORMACIÓN DEL BAJO NALÓN, nº7, marzo/abril 2018)



Texto y fotos: Rafa Balbuena 

Actualizado 25.5.2018 San Esteban y La Arena resucitan las movilizaciones por la pasarela.



Fotografías del Entorno ( libre uso citando la fuente y el autor)














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