jueves, agosto 16, 2018

La última vía del ferrocarril Vasco-Asturiano en Oviedo, permanece oculta entre Azcárraga y el Postigo Bajo



Un fragmento de 126 metros de vía férrea sin derruir languidece en el interior del casco antiguo, en penosas condiciones de conservación y olvidado por las autoridades como remanente de la Operación Cinturón Verde, que en 1997 retiró del centro de la capital el trazado viario de FEVE


RAFA BALBUENA / Monsacro.net

En febrero de 1997 Oviedo empezó a deshacerse de las viejas vías de ferrocarril que surcaban el núcleo antiguo de la ciudad. La llamada “Operación Cinturón Verde” supuso la eliminación en el casco urbano de toda una serie de puentes, viaductos, pasos a nivel, zócalos, instalaciones de mantenimiento y demás elementos ferroviarios pertenecientes a la red de vía estrecha (FEVE), cuyo trazado capitalino aprovechaba desde mitad de siglo las viejas estructuras originales de las desaparecidas compañías del Ferrocarril Vasco-Asturiano y los Económicos.


 1. Los restos del viaducto, vistos desde el Postigo Bajo a la altura del actual nº46. (Autor: Rafa Balbuena/Creative Commons-BY-Non Commercial)




 2. El mismo lugar, desde otro ángulo. (Autor: Rafa Balbuena/CC-BY-NC)


La operación culminó en unos pocos meses y no estuvo exenta de contratiempos, polémicas, accidentes y escándalos de diversa índole, desastrosamente preludiadas en noviembre de 1989 cuando el gobierno local permitió la destrucción de la espléndida estación modernista de FEVE de la calle Jovellanos

Al margen de estos lamentables hechos, por los que alguno de sus responsables directos ha vertido recientemente unas cuantas lágrimas de cocodrilo, lo cierto es que se logró desmantelar la práctica totalidad del viejo trazado viario de la capital y despejar un buen número de calles, con resultados desiguales y más de una sombra sobre la verdadera finalidad de aquella controvertida operación de derribo.

 De todas formas, parafraseando las historias de Astérix, un pequeño y semiolvidado residuo testimonial de vía férrea sigue en pie en pleno casco urbano. Por más que su estado sea de pleno abandono y su permanencia, por llamarla de algún modo, se deba más a la desidia de las partes implicadas y a la carencia de permisos de derribo que a la intención de conservar una parte de la historia de local a la que la ciudad, nos tememos, debe bastante más de lo que públicamente se ha reconocido.



 3. El espacio que ocupaba el puente ferroviario del Postigo, visto desde la C/José Lopez Muñiz. (Autor: Rafa Balbuena/CC-BY-NC)


El segmento, una recta de 126 metros de extensión, está situado entre las calles de Azcárraga y Postigo Bajo, rodeando los terrenos de la antigua Fábrica de Gas. De hecho, en el talud todavía permanecen restos (muy deteriorados) del cargadero de mercancías que el Ferrocarril Vasco-Asturiano tenía en la factoría. 

El trazado viario remanente es sencillo, de carril único en ancho métrico (la clásica vía estrecha de la extinta FEVE) y sin apenas curvatura ni peraltado. En cuanto al resto de estructura conservada, destaca un fragmento en hormigón y ladrillo del viaducto que cruzaba el Postigo Bajo y que proseguía en dirección a los talleres ferroviarios de Santo Domingo (actual Calle José López Muñiz), que permanece en pie el extremo sur del fragmento, tapiado su remate a modo de pared en la vertical de la acera, con planchas metálicas delimitando el resto del vallado.

 Mientras, en lo alto de este residuo, como una orgullosa y humilde resistencia, sigue a la vista la oxidada barandilla del puente, rota y desvencijada pero recordando a los ojos de cualquier viandante mínimamente atento lo que allí existía hace veinte años. 

A mayor abundamiento, en el extremo contrario de la vía sobresalen entre la maleza y los restos de obra algunas traviesas apiladas y varios raíles cortados. Como si la dejadez no importase a la hora de rematar (nunca mejor dicho) una operación urbanística que fue en su día calificada de “modélica” y que, para variar, no se libra de los detalles formales resueltos como pura chapuza (de otras chapucillas del asunto, algunas eternizadas desde hace más de una década, con la sombra de la especulación inmobiliaria como comidilla omnipresente, y con el trasfondo de una dudosa gestión urbanística y financiera generalizada, hablaremos en otra ocasión).




4. Extremo norte de los restos de la vía, a la altura de C/Azcárraga. En primer plano, el talud de las vías, y en el óvalo destacado, los viejos raíles apilados.(Autor: Rafa Balbuena/CC-BY-NC)

¿Y cuál es la causa de que sea este el único resto de vía en el casco urbano que permanece sin desmantelar? No consta una explicación oficial al respecto (y si la hubo, se la dejó pasar en su día con conseguido disimulo). 

Por lo que nosotros hemos averiguado, fue una conjunción de problemas legales donde confluyeron los desacuerdos con la expropiación vecinal y la inexistente planificación del proyecto –frustrado hasta el día de hoy, para más inri- para reutilizar las instalaciones de la Fábrica del Gas. Todo ello, combinado con la falta de operatividad para edificar a la que estos terrenos se vieron abocados, más las habituales dosis de olvido y desidia, han dado como resultado este solitario y semioculto cadáver ferroviario enquistado en el extremo suroeste del Oviedo Antiguo, cubierto de matos y basuras, al que no solo se le niega su carácter de resto arquitectónico y su interés histórico y cultural, sino que se le ningunea y desprecia silenciando su existencia y permitiendo que su deterioro aumente con el paso de los años. Oviedo, por lo visto, sigue padeciendo esa enfermedad (tan asturiana ella) de tapar las cosas “viejas” para que no estorben. Aunque todavía puedan contribuir a dar lustre, interés, dignidad, concordia e incluso dinero a la ciudad (a todos sus habitantes, se entiende, y no solo a unos pocos).



5. En amarillo, el trazado que permanece en pie de la vía del Vasco en sentido W-E.(© GoogleMaps)


Claro que si estas cosas sirvieran, por ejemplo, para cosechar votos en las elecciones, ¿cuánto creen ustedes que tardarían nuestros próceres municipales y autonómicos -sean del signo que sean- en ir corriendo a rescatarlas a bombo y platillo? Les faltaría tiempo, reuniones, tribunas y megafonías con las que ir a “ponerlas en valor”, sin duda.






6. Vista, en orientación N-S, del mismo segmento. (© GoogleMaps)



7. El puente del Postigo, desde las vías, en una imagen de 1983. (© LNE)



8. Imagen del puente, hacia 1992: en primer plano, el punto a partir del cual fue posteriormente demolido. (© Santiago G. Estrada/AMFA)

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