martes, septiembre 09, 2008

Mineria del Plomo en La Carolina

Chimenea o respiradero

1. El Emplazamiento y la Población


Fuente:Fundación Pablo de Olavide: La Real Carolina fue fundada en 1.767 por el Rey Carlos III, como capital de las nuevas poblaciones de Sierra Morena. Su urbanismo, buena muestra de la Ilustración, se ha venido denominando "tablero de ajedrez", con calles amplias, hermosas plazas y espléndidos paseos. Responde esquemáticamente a un rectángulo cruzado por dos ejes perpendiculares. Urbanísticamente es una ciudad muy cómoda y a la medida del ciudadano, y en su entorno se encuentran algunas de las manifestaciones más destacadas de la historia del Patrimonio Industrial español.

Torre de fundición integrada en el paisaje urbano


En la actualidad, tiene una población superior a los 15.000 habitantes; su término agrícola es pequeño, ya que su pasado se basó en la minería, hoy agotada. Hoy es una ciudad Industrial, desde la que se ofrecen todos los servicios y en la que están instaladas importantes empresas de todos los sectores, de los que cabe destacar la Construcción, Automoción, Electrónica, Siderurgia, Textil, del Mueble...

Planta de La Carolina. A la izquierda superior , las minas


La Carolina está situada en la solana de Sierra Morena en un enclave natural, prácticamente sin explotar, de gran belleza, ya que se encuentra junto al parque natural de Despeñaperros.

La Real Carolina fue fundada en 1.767 por Carlos III, de la mano de D. Pablo de Olavide y Jaúregui, uno de los mayores artífices de la Ilustración en nuestro país. En esta época, las teorías ilustradas comienzan a calar entre los intelectuales y políticos. Surge así, bajo el auspicio de Carlos III, lo que sin duda constituyó el más ambicioso proyecto reformista e ilustrado: la creación de las Nuevas Poblaciones y con ella su capital, La Carolina.


Casa de ingeniero



La ciudad forma parte del Proyecto de Repoblación de Sierra Morena, planificándose la llegada de nuevos pobladores de distintas regiones del centro de Europa, tal y como había sido establecido en el contrato firmado por la Corona y Thürriegel, donde se especificaba claramente el porcentaje de población por sexo y edad que debía venir para repoblar, así como los oficios de los futuros colonos. Es decir, a partir de 1767 la población de La Carolina era "atípica" en el contexto general de España, tanto por su origen como por su distribución por sexo y edad.

Existía una idea general de reforma social, agraria, de distribución de la riqueza, etc. Se crea un curioso crisol de razas y culturas con los colonos venidos de otras zonas de España. Nace así esta ciudad cuya característica fundamental quiso ser la modernidad. Con la fundación de La Carolina, no se pretendía únicamente hacer más seguros los caminos hacia Madrid. Olavide concibió las Nuevas Poblaciones desde un punto de vista moderno, racionalista: ciudades cómodas a la medida del ciudadano, de trazados y construcciones sencillas, rompiendo los esquemas tradicionales y laberínticos de las viejas ciudades.

La Carolina es, sin duda, "La joya urbanística de Andalucía". Con sorprendente anticipación, las calles se estructuraron partiendo de ejes transversales que la dividen en cuadrículas de calles amplias, hermosas plazas y paseos, cuyo aspecto conjunto se ha denominado de "Tablero de Ajedrez".

La fundación de La Carolina se produjo en plena Revolución Industrial Europea. En 1775, La Carolina ya contaba con una fábrica de seda, paño fino, felpas, terciopelos, etc. Este inicio floreciente de la localidad empezó a declinar durante el siglo XVIII. La industria prácticamente desapareció o fue abandonada por los colonos, influyendo en ello la desamortización de 1835.

Torre de Fundición. Observese la placa


Placa dedicada en 1902 a Ignacio de Figueroa y Mendieta, ubicada en una de las torres de fundición, en agradecimiento al impulso industrial en la zona y mantenimiento de numerosas familias, así como su contribución a sufragar los gastos de la guerra con los EEUU .

Retrato del Marques de Villamejor, D.Ignacio de Figueroa y Mendieta a los 92 años. Fuente: ManuelBlas

("...Este prócer, Don Ignacio de Figueroa había heredado una cuantiosa fortuna de su padre, don Luis de Figueroa, hidalgo extremeño, enriquecido gracias a contratos de extracción y exportación de plomo con el Estado. La familia Figueroa tuvo en Marsella el centro de sus negocios hasta su traslado a Madrid, donde vivieron en la plazuela de la Villa. Don Ignacio de Figueroa, político en las filas del partido moderado y luego del conservador, seis veces diputado y dos senador, fue, sobre todo, como recuerda su hijo, el Conde de Romanones en sus memorias (Notas de una vida, 1928), “hombre de acción, dedicado por completo a los afanes de sus empresas industriales”, con fuertes intereses fabriles, inmobiliarios y financieros en Extremadura, Almería, Guadalajara (provincia por la que fue senador y alcalde de la ciudad) y Cartagena, donde era propietario de la fábrica de Santa Lucia para desplatar plomos, incautada por los cantonales......)


A mediados del siglo XIX, el panorama no cambia, aunque empieza a vislumbrarse un cierto impulso debido a la minería. A partir de este siglo persiste el proceso industrial a través de grandes altibajos, pero siempre en aumento debido al fenómeno minero, llegando así la localidad en el período 1.900-1925 a su máximo apogeo industrial, alcanzándose la cifra de 20.000 habitantes.

2. La minería del plomo

La actividad minera en la comarca norte de Jaén, en el entorno de Sierra Morena, tiene una antigüedad de 4.000 años. Se han documentado yacimientos de la Edad del Bronce para la extracción de este metal (como el de Peñalosa, en Baños de la Encina) y otros de plata y plomo, ya en época de los romanos y cartagineses. En el siglo XIX, el distrito minero Linares-La Carolina se convirtió en el mayor productor mundial de plomo. Los vestigios de esta actividad floreciente alcanzaron su máximo esplendor a principios del siglo pasado y desaparecieron en la década de los años ochenta coincidiendo con el declive del plomo y su sustitución por otros materiales.


Desde entonces, este inmenso patrimonio industrial y minero ha estado expuesto al expolio y al deterioro del paso del tiempo, hasta que, hace algunos años, la Consejería de Cultura decidió incluir 65 emplazamientos en el Catálogo del Patrimonio Histórico Andaluz.

Sin embargo, no existente documentación entre el periodo posterior a la época romana y mediados del siglo XIX, en cuanto a la minería de Linares se refiere. Por dicho motivo, este grupo de investigación pretende ir desentrañando poco a poco parte de esta historia minera en dicho distrito, correspondiente a los siglos XVI y XVII.

Hasta el momento, estos investigadores se están encargado de analizar la administración minera, los registros mineros desde 1514 a 1632, producción de alcohol y plomo, producción de plata de 1575 a 1586, nombre de las diferentes venas que han facilitado alcohol y plomo a la administración en el período comprendido entre 1574 y 1595, contabilidad referida a las partidas correspondientes a la administración entre 1574 y 1663, producción de las minas con mayor continuidad temporal, precios de los diferentes productos y destinos del plomo de Linares. Fuente: Andalucia Investiga [leer más]

3. La actualidad y el futuro

La pérdida de la demanda de minerales determinó la disminución de empleo y la falta de alternativas ocupacionales para los mineros. Este hecho trajo como consecuencia la emigración de infinidad de carolinenses que buscaron trabajo en otras zonas industriales del país. A partir de esa época, La Carolina empieza su lenta pero constante crisis hasta la década de los sesenta, en la cual comienza de nuevo su resurgimiento industrial.

Durante la década de los 60 comienza el proceso de industrialización en La Carolina, instalándose más de 30 industrias y alcanzándose casi el pleno empleo. Desde entonces se produjo un crecimiento continuo en el número de empresas instaladas en la ciudad, lo que ha continuado hasta principios de los años 90, llegándose a la cifra de 15.000 habitantes que se ha mantenido hasta nuestros días.

Actualmente, y tras unos años de aguda crisis industrial, la característica más significativa es la de una consolidación de una nueva fase de expansión industrial.




4. Navas de Tolosa.


A muy pocos kilómetros de La Carolina se encuentra la población de las Navas de Tolosa, donde tuvo lugar la famosa batalla de 1212 en que el rey Sancho el Fuerte de Navarra derrotó a las tropas moras del rey Miramamolín. En esta batalla consiguió el rey Sancho las cadenas que hoy adornan el escudo de Navarra.



Más información:

Economato de Los Guindos. Fuente Javierlc

Reproducimos a continuación Las minas, y las fotografías correspondientes a cada explotación, por cortesía de la ACMC
Minas
CategoríaSubcategoríaImágenesEntrada Pasada
Rafaelito
013Vista General.
Federico
030Escombreras.
La Española
012Cabria y pozo principal.
La Madrileña
00
La Urbana
015Central electrica.
La Aquisgrana
012Vista General.
San Telmo
015Edificios.


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